ESTOI.CO

Estoicismo – Meditaciones Estoicas 20 siglos después.

AforismosDisertaciones - Libro IIEpictetoMeditaciones

Epicteto. Disertaciones con Arriano. Libro II. Pasajes XXII [CITA ESTOICA] [DIA 94]

Epicteto. Disertaciones Con Arriano – Libro II – Pasaje XXII

Uno ama precisamente las cosas por las que se esfuerza. ¿Verdad que los hombres no se esfuerzan por lo malo? De ninguna manera. ¿Verdad que tampoco por lo que no tiene nada que ver con ellos? Tampoco por eso. Resulta, por tanto, que sólo se esfuerzan por lo bueno. Y que si se han esforzado, lo estiman. Entonces, cualquiera que sea conocedor de lo bueno sabría también estimarlo. Pero el que no es capaz de distinguir lo bueno de lo malo , ni lo indiferente de las otras dos cosas, ¿cómo podría aún estimarlo? Pues amar es sólo propio del sensato. —¿ Y cómo es eso? —dice uno—. Pues yo, aunque sea un insensato, amo a mi hijo . – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.1-4

Durante el presente pasaje Epicteto trata sobre las relaciones interpersonales y la amistad; y como se han de enfocar desde una perspectiva Estoica. Ya se sabe que en general todo aquello que no pertenezca a la Razón (o a la falta de esta) no ha de ser considerado ni bueno ni malo, por tanto indiferente. Y es por ello, por lo que la amistad en este caso es otro indiferente cualquiera. Pero que sea indiferente como ya vengo comentando repetidas veces, no significa que sea motivo de indiferencia

En este primer apartado, Epicteto destaca que cualquier persona se esfuerza por lo bueno, y lo preferido indiferente ya que cualquiera persona sensata, sabe diferencia entre lo preferido de lo rechazado, uno de los principios básicos por los que se mueven las Éticas Estoicas. Lo que me llama la atención es que Epicteto trate estos temas con cierto valor moral, más allá de la Razón, como cosas buenas y cosas malas. ¿Será una cuestión de traducción?

Pues bien, como estimaba, no es el caso del todo, pero en parte no es la mejor traducción. En la parte que dice: «No se esfuerzan por lo malo«, el «malo» en realidad es kakos, o vicio, aunque también puede ser una traducción de «malo». Por otro lado, hablamos de la parte que dice: «que sólo se esfuerzan por lo bueno«, en este caso el bueno es agathos, ἀγαθός, que puede ser traducido como noble o bueno. Por tanto no es tan mala traducción en este caso.

También me resultan llamativas otras palabras como el «amar» y «sensato» de «Pues amar es sólo propio del sensato«: φιλέω (philéō), que es ese amor cercano al afecto  y φρόνιμος (fronimos), que es algo como «sabio», al que se hace referencia con el «hombre sabio» en el estoicismo.

Entonces, ¿por qué reconoces que eres un insensato? Porque, ¡por Zeus!, muchas veces te sacan de quicio las representaciones y te alteras y te vence su encanto; y a veces supones que tales cosas son bienes y, luego, que esas mismas cosas son males y, por último, que ni lo uno ni lo otro; y te entristeces por completo, temes, envidias, te alteras, cambias; por eso reconoces que eres insensato . – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.6

Aquí explica, porque uno se altera o cambia su estado interior por causa ajena: Al no reconocer el verdadero bien y el mal, y confundirlo con los indiferentes, que realmente no poseen intrinsecamente ni ese bien ni ese mal; con esto, dando un mayor sentido el contenido del primer apartado de este pasaje

Entonces, ¿qué? ¿No has visto nunca cachorrillos que se acariciaban y jugaban entre sí, que hubieras dicho: «Nada más cariñoso». Pero, para que veas en qué consiste la amistad, echa un trozo de carne en medio y te darás cuenta. Echa también entre tu hijo y tú una finquita y te darás cuenta de cómo, de pronto, le entran a tu hijo ganas de enterrarte y de que tú empiezas a rezar para que se muera tu hijo. Y luego tú, a tu vez: «¡ Qué hijo he criado! ¡Hace tiempo que me quiere enterrar!». – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.9-10

Y ahora empieza a meter leña en el fuego de los indiferentes. Principalmente en el campo de las representaciones; como generalmente nos pasamos el día realizando juicios de valor sobre todo, pero cuando se trata de algo indiferente, el resultado es completamente impredecible; no podemos presuponer cuales serán las consecuencias de cualquier representación bajo ningún contexto. Un buen ejemplo es el de los perros, animales guiados por impulsos, parecerán muy apacibles sin ningun estímulo externo, que incite dichos impulsos (como es un trozo de carne por el que competir). Lo mismo ocurre con las personas que guiadas por impulsos y no regidas por la Razón, a la llegada de cualquier indiferente que se aprecie, cambiaran por completo desde su forma de Razón inadecuada.

Pone ese ejemplo del hijo y del terreno, ejemplos morales, que se dan constantemente y que efectivamente demuestran la veracidad de sus palabras: Al situar el bien en lo externo, y no en la verdadera razón, la amistad como algo que solemos percibir como un bien de manera generalizada, se convierte de pronto bajo estas premisas, en algo totalmente subjetivo.

Pues, en general, no os engañéis, cualquier animal a nada se habitúa tanto como a su propia conveniencia. Y lo que le parece que le estorba —sea ello un hermano, un padre, un hijo, un amado o un amante— lo odia, lo rechaza, lo maldice. Pues , por naturaleza, nada se ama tanto como la propia conveniencia. Ella es padre y hermano y parientes y patria y dios. Cuando nos parece que son los dioses los que ponen impedimentos, hasta a ellos los insultamos y derribamos sus estatuas y prendemos fuego a sus templos, como mandó Alejandro prender fuego a los templos de Asclepio  cuando murió su amado. – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.15-17

Como ya vi en su día, cuando comentaba acerca del Oikeion y la Oikeiosis, los Estoicos fundamentan su planteamiento Ético, partiendo por la base que los seres humanos «crean» sus bases Moral con fundamento a preceptos en nuestra propia naturaleza animal: Los impulsos. Pero hay que recordar constantemente, que esto no significa Vivir de Acorde a la Naturaleza, o la Naturaleza Estoica. ¿Por qué, si al final de cuentas somos animales y esta forma parte de nuestra naturaleza? Para los Estoicos el ser humano, es un ser racional, por ello y por diferencia, esto significa que vivir de acorde a la naturaleza humana significa vivir de acorde a la Razón y no al impulso. Vivir conforme al impulso es vivir como un animal no racional, por tanto no sería «Ético» desde la perspectiva estoica. Que dos animales se peleen por un pedazo de carne tiene sentido porque viven de acorde a su naturaleza no racional, pero que dos personas hagan lo mismo, no sería ese vivir de acorde a la naturaleza, aunque podamos argumentar que el ser humano tiene una parte animal también. Esto no es asumible desde la perspectiva estoica al menos.

Por esto, si nos dejamos llevar por la naturaleza animal, toda nuestra realidad y nuestras representaciones sobre el bien y el mal se ajustan esa conveniencia del Oikeion o acción apropiada más básica. Pero como ya sabemos, esta acción dista bastante de la acción apropiada estoica o Katorthoma: Aquella acción eminentemente guiada por la Razón en la que la pasión, no tiene cabida

En donde uno ponga el «yo» y «lo mío» a ello es fuerza que se incline el ser vivo. Si en la carne, allí estará lo dominante; si en el albedrío, allí estará; si en lo exterior, allí. Por tanto, si yo estoy allí donde mi albedrío, sólo así seré amigo, hijo y padre como se debe. Porque me convendrá esto: observar la fidelidad, el respeto, la paciencia, la abstinencia, la colaboración, mantener las relaciones. Pero si en una parte me pongo a mí mismo y en otra la honestidad, así de firme será el discurso de Epicuro, al demostrar o que la honestidad no es nada o que, en todo caso, es el renombre. – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.15-17

«En donde uno ponga el «yo» (visión egoísta alejada de la Razón), es fuerza que se incline al ser vivo (al ser no racional)». Es decir, que sino tomamos las riendas de nuestra naturaleza racional, es fácil que se imponga el impulso, la carne, lo mortal como dominante.  Automáticamente, el albedrío o el poder de decisión se situará en el exterior, y con ello surgira el vicio. Por eso Epicteto recomienda que nos fijemos donde esta el verdadero bien, de la Razón, y entendamos que es lo que conviene en una relación: honestidad, respeto, paciencia, abstinencia, colaboración, etc… Todo ese tipo de expresiones  cuando uno fija su atención sobre la Razón.

Si oyes que en verdad aquellos hombres creen que el bien reside sólo donde el albedrío, donde el recto uso de las representaciones, no andes metiéndote más ni en si son hijo y padre ni en si son hermanos ni en si se han tratado y sido compañeros durante mucho tiempo, sino que, sólo con saber esto, declara confiado que son amigos, igual que leales y justos. ¿En qué otra parte va a estar el cariño sino en donde la lealtad, el respeto, la entrega al bien y a ninguna otra cosa?. – Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro II.22.29-30

Finalmente aquí acaba Epicteto dejando caer, que si te encuentras entre personas que hacen uso de su Recta Razón, entonces uno se hayará entre personas leales y justas, amigos verdaderos. Por eso indica que sino, ¿donde iba a estar el cariño, lealtad sino en otra parte diferente a la Razón? Durante todo el pasaje, el traductor ha ido usando diferentes formas de un mismo genitivo: Amistad, Cariño, amor, etc… en todos casos hablamos de φιλίας (philias): amistad, amor, afecto, cariño. Todo traducciones validas.

La pregunta que me hago es: ¿Realmente todo esto tendría algo que ver con el concepto de οἰκείωσις, Oikeiosis?) Si hablamos en una primera instancia de un sentimiento, que quizá a veces se observa más cercano a la epithumia (ἐπιθῡμίᾱ) más que al sentimiento de familiarización o de apropiación. ¿Es posible que siempre estuviéramos hablando de dos caminos completamente ajenos entre si? ¿Como es posible que ambos términos confluyan tan bien, cuando son interpretados, y simultáneamente pertenezcan al campo del «hombre sabio o sensato»; pero al mismo tiempo no conserven relación o raíz entre ellos, y menos, entre los escritos de Epicteto que haya leído hasta la fecha?

Seguiré prestando atención a esto en adelante con los pasajes de Epicteto, para ver si en algun momento saca este tema en particular

Un comentario en «Epicteto. Disertaciones con Arriano. Libro II. Pasajes XXII [CITA ESTOICA] [DIA 94]»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Debe realizar el rompecabezas siguiente. Simplemente coloque las fichas con el raton en su sitio, no hace falta que encaje perfecto y al terminar pulsa en el botón para Confirmar