El tema político en los Estoicos parece un tema complejo de abordar, pero no lo es tanto.
Las referencias que existen, se observan con amplitud, en los Estoicos "tardíos" como Séneca y Marco Aurelio, pero no podemos tener claro cuanto de ello provienen, como se plantea en la introducción de las semillas Aristotélicas y Platónicas. Lo cierto es que todos tenemos claro que Séneca provenía de la escuela de Panecio/Hecatón en cuanto a su reconocimiento del Estoicismo se refiere (Estoicismo Moderno) y esto es algo que manifiesta regularmente en sus libros haciendo mención a Hecatón al menos una docena de veces.
Por otro lado, Marco Aurelio, tal como plantea en su libro 1 de sus Meditaciones, recibió una intensa educación formada por varios Estoicos, pero también por Platónicos y Aristotélicos como su propio hermano, lo que debe hacernos dudas, sobre la "pureza" de su aprendizaje y su moral.
Lo cierto es que en cuanto a la política se refiere, lo que verdaderamente conservamos de los Estoicos originales son dos conceptos:
- Sobre los deberes y la experiencia común
- La política desde la visión del Sabio Estoico
1. Sobre los deberes y la experiencia común
Antes de hablar sobre los deberes, creo que existe una confusión entre lo que llamamos "tolerar" y "aceptar". Pareciere como que los deberes Estoicos, hablasen de un modo de resignación ante lo que nos depara el Universo. En esa resignación lo que hacemos es "tolerar", como en muchas otras cosas: "tolerar lo que está fuera de nuestro control", como si así pareciera que Epicteto nos está tratando encomendar en sus escritos.
Lejos de esto, la propuesta de Epicteto, basada en el principio del "prosopon", como un sucedáneo del "kathekon" (los deberes), se centraba en el concepto "aceptar" que trata de ir un paso más allá.
Vamos a entender esto con el ejemplo de las personas que odian a los integrantes de una religión, y como para esto siempre pongo el ejemplo de los judíos, ahora voy a cambiarlo, y a plantearlo con los budistas del Tíbet.
Supongamos que somos de este grupo de Chinos que rechazan la soberanía del Tíbet y por ende a sus integrantes budistas. Para estos Chinos, llegar a plantearse tolerar a esos budistas, es llegar a permitirles vivir y tener ese espacio de soberanía que supuestamente les pertenece en el Tíbet dejándolos vivir en paz. Hasta aquí todo bien, este es el argumento social y moral que todos queremos escuchar, tal y como ocurre también con los Palestinos en Israel.
Pero aceptar a esos budistas, implica ir un paso más allá: no es suficiente con darles un espacio. Desde la perspectiva de la Virtud, es necesario incurrir en una acción que de cabida a un mayor grado de "toleracia" al que podríamos llamar "aceptación": Meterlos en tu casa, literalmente. Invitarlos a que "invadan" tu espacio consciente.
Estoicos como Crisipo enunciaban la determinación de tener que involucrarse en los "deberes" morales de la sociedad del momento fueran cuales fueran sin mucho interés o esfuerzo en particular dado que en ausencia del conocimiento, es imposible saber realmente como obrar "correctamente" bajo ninguna situación.
Ahora bien, no sé por qué Crisipo intenta refutar a un hombre que no hace más que observar cuidadosa y exactamente una posición que él mismo comparte. En efecto, si conociéramos y obráramos todo correctamente, nuestra vida se conduciría conforme al conocimiento; pero, dado que nuestro conocimiento es incorrecto y falso y obramos llevados de la ignorancia, como pretende Crisipo mismo, por eso precisamente debería haber una sola virtud, el conocimiento, e igualmente un solo vicio, que podría ser llamado bien ignorancia, bien desconocimiento. En efecto, si alguien teme la muerte, la pobreza o la enfermedad como si de males se tratara, cuando debería afrontarlos con ánimo, pues son indiferentes, sostienen que es por falta de conocimiento, por ignorar la verdad, como dirían Aristón y Crisipo, y que su alma es presa del vicio que llaman «cobardía», al que se opone, dicen ellos mismos, la virtud del valor, que es la ciencia de lo que se debe afrontar y lo que no, es decir, del bien y del mal verdaderos, evidentemente los no adquiridos por falsa opinión, como la salud y la riqueza, la enfermedad y la pobreza. En efecto, estos, dicen, no son un bien ni un mal, sino todos indiferentes. Pues bien, si alguien, creyendo que algo placentero es un bien y algo molesto, un mal, escoge en esa opinión una cosa y evita la otra, ignora la esencia del bien y es por ello un intemperante. Efectivamente, en todas nuestras acciones escogemos aquello que se nos presenta como un bien y evitamos lo que se nos presenta como un mal, pues tenemos por naturaleza esos impulsos hacia uno y otro, pero la filosofía nos enseña de verdad lo que es el bien y lo que es el mal y nos hace infalibles.
- Galeno, Sobre las doctrinas de Hipócrates y Platón, 7.2.5-8
Ves cómo también Crisipo arrastra a Aristón más bien a esta aporía, dado que las cosas no permiten concebir la indiferencia en relación con lo que no es ni bueno ni malo si no se ha alcanzado antes la noción de lo bueno y lo malo; de esa manera, en efecto, parecerá que la indiferencia tiene subsistencia previa a sí misma, si es cierto que, de un lado, no se puede tener noción de ella sin tenerla antes del bien y, por otro, que el único bien no es otra cosa que ella misma
- Plutarco, Sobre las nociones comunes 27.1071
Sobre los géneros de vida es un solo tratado compuesto de cuatro libros de Crisipo. En el cuarto de ellos dice que el filósofo no se cuida de asunto ajeno, se ocupa de lo propio y se dedica solamente de lo suyo. Estas son sus palabras: «Pienso que el hombre sensato no se cuida de asunto ajeno, tiene pocos asuntos y solo se dedica a lo suyo, puesto que el dedicarse a los propios asuntos y a pocos es igualmente elegante»
- Plutarco, Contradicciones de los estoicos, 20.1043
Para que sirva como ejemplo sobre lo social, lo político y sobre los deberes, hace 3 años publiqué este "dilema moral" con la idea de analizar cuál era la visión de los "Estoicos", en cuanto a un dilema que pudiera recurrir a dilemas psico-politico-sociales en su conjunto:
https://www.facebook.com/notes/leo-vitali/la-prohairesis-estoica-en-acci%C3%B3n/1208317269315126/
Cuando publique esto, yo sabía que las respuestas iban a venir, sobre todo, de la mano de la experiencia y el conocimiento de cada uno, algo muy frecuente en los que empiezan a adentrarse en filosofía. Sabía que leería pocas referencias a los escritos por no decir ninguna, para intentar argumentar la verdadera determinación de un Estoico ante dicha situación
Lo cierto es que 3 años más tarde puedo decir, que desde el punto de vista de cada uno, las respuestas podían ser adecuadas
De nuevo en el libro primero de Sobre la justicia de Crisipo, al hablar de los dioses, que puedan oponerse a determinados abusos, dice: «Abolir del todo el mal del universo ni es posible ni está bien que sea abolido».
- Plutarco, Contradicciones de los Estoicos, 36.1051
Desde una perspectiva, puramente Estoica, ninguna de las opiniones que sobre la moral, encaja realmente: El verdadero deber estoico era tan simple, como ejercer las actividades que en dicho campo de concentración se requieran sin mucho interés pero sin mucho esfuerzo, siempre con el conocimiento, que realmente, bajo ese paradigma, nosotros nunca podemos saber al 100%, si la acción represiva del campo, fue buena o mala en el fondo y que solo podemos ocuparnos con interés de lo que realmente nos pertenece.
En el libro primero Sobre el Destino de Crisipo se sirve de pruebas de este tipo, mientras que en el libro segundo intenta resolver los absurdos que parecen seguirse de la doctrina que dice que todo es por necesidad, como dijimos al comienzo. Por ejemplo, que se elimina todo el esfuerzo que se relaciona con las críticas, las alabanzas, las exhortaciones y todo lo que parece derivar de nuestra responsabilidad.
- Eusebio de Cesarea, Preparación Evangélica, 6.8.25
Muchos, con el libro de Marco Aurelio bajo el brazo, podrían contra argumentar sobre esto, pero hay que insistir que Marco Aurelio no fue un estoico, solo recibió lecciones de Estoicos entre otras escuelas y se sacó sus conclusiones, miles de ellas morales posiblemente a través de la intensa influencia de los Platónicos y Aristotélicos maestros en su vida. Y justamente en este punto yo mismo me encontraba cuando escribí dicha nota: de haber profundizado mucho en Séneca y Marco Aurelio, y no entender como resolver dicho dilema desde una perspectiva Estoica que en el fondo, era una perspectiva de Estoicismo Moderno, llena de contradicciones y dilemas sin resolver.
Pero ahora, entendiendo mejor como funciona la propuesta de los Estoicos Originales, todo cobra más sentido. Esto nos lleva al segundo punto.
2. La política desde la visión del Sabio Estoico
No olvidemos que Zenón, tras un tiempo con Polemón el Platónico, se dio cuenta de que en la argumentación sobre las Virtudes Cardinales parecía que existía cierto grado de lógica, especialmente para aquellos que vivían rodeados por un sistema cultural, con valores morales y convivencia entre extraños.
Usualmente, todos (entre los que yo me incluyo) venimos confundiendo los comentarios sobre las Virtudes con la relación que existe en el Estoicismo. Lo cierto es que si leemos más profundamente, es fácil darse cuenta, que los Estoicos Originales, sacaron un concepto de "ideal Estoico", que eran lo que ellos consideraban el "verdadero Estoicismo". El Estoicismo como tal, no es una filosofía, pero los ajenos al Estoicismo, llamaban a sus "estudiantes" los Estoicos, o la escuela Estoica, o la secta de los Estoicos.
Lejos de esta realidad, para sus estudiantes, el Estoicismo era simplemente un ideal, considerándose a si mismos, los estudiantes, meros necios o esclavos, privados de libertad. Por ende, el ideal del Estoico, es lo que en la actualidad llamamos "el sabio estoico". Podríamos decir que no existe como tal el concepto de "el sabio estoico". Si no que el Estoico, es en sí, el "sabio Estoico". Repito: no existen dos categorías. O eres Estoico o no eres Estoico. En todo caso, eres "Estudiante para llegar a ser Estoico" o eres "Estoico". Por eso, como comentábamos anteriormente, los "Estoicos" como Crisipo, se ocupan de pocos asuntos y apreciaban mucho el valor del estudio.
Y de esta confusión, es por lo que ha surgido tanta morralla sobre los valores y sobre la "moral Estoica". Aunque esto pueda parecer algo moderno, algo que viene de los autores "Estoicos" del siglo XXI, esto es algo que ya se remontaba a la época de los últimos estoicos Helenistas, como fue el caso de Antípatro y Panecio, que pretendieron dar al Estoicismo, un camino más fácil de alcanzar, y quisieron considerarse a sí mismos, Estoicos, cosa que desde la visión de Zenón/Cleantes/Crisipo, nunca podrían alcanzar.
Las propiedades del verdadero Estoico (de lo que conocemos hoy en día como "el sabio Estoico"), eran muchas. Y entre ellas, era capaz de ser social y político entre otras tantas. Al haber alcanzado "el ideal estoico", en esa sublime ecuanimidad de la que hablan los primeros Estoicos, era fácil ejercer cualquier profesión y Virtud, entre ellas, las que hacían referencia a lo Cardinal, tal y como propusieron los Platónicos.
Vemos fácilmente varios ejemplos de esto en Zenón y en Crisipo:
Dicen que el sabio actuará en política, a no ser que algo se lo impida, según dice Crisipo en el libro primero de Sobre los modos de vida. Pues así contendrá el vicio e incitará a la virtud. Y se casará, según dice Zenón en su República, y engendrará hijos. Además (afirman que) el sabio no tendrá opiniones, es decir, que no dará su asentimiento a ninguna falsedad. Y que él vivirá como un cínico. Pues el cinismo es un camino abreviado hacia la virtud, según Apolodoro en su Ética. E incluso probará la carne humana en alguna circunstancia. Sólo él es libre, mientras que los necios son esclavos. Porque la libertad es la facultad de actuar por sí mismo, y la esclavitud, la privación de esa autodeterminación.También hay otra esclavitud que consiste en la sumisión, y
una tercera, que reside en el ser propiedad de otro y estar sometido, a la que se opone la dominación del amo, que es también ella algo malo.
- Diogenes Laercio, 7.120
Pero de nuevo Crisipo, en Sobre la retórica, aun escribiendo que el sabio hablará en público y participará en política como si pensara que la riqueza, la fama y la salud fueran un bien, reconoce que sus argumentos serán difíciles de seguir y poco convincentes, y que sus opiniones serán incoherentes con sus costumbres y acciones.
- Plutarco, Contradicciones de los Estoicos, 5.1034
Dicen que las virtudes están relacionadas unas con otras, y que quien tiene una las tiene todas. Las virtudes tienen todas los mismos principios, como afirma Crisipo en el primer libro de su obra Acerca de las virtudes, Apolodoro en la Física según los Antiguos y Hecatón en el tercer libro de Acerca de las virtudes. El hombre virtuoso tiene, en efecto, el conocimiento teórico y práctico de lo que debe hacer, y lo que se debe hacer es lo que debe elegir, y también en lo que debe ser firme, a lo que debe distribuir y en lo que debe perseverar. De modo que si alguien hace las cosas con discernimiento, firmeza, equidad y perseverancia, es al mismo tiempo prudente, valeroso, justo y temperante.
- Diogenes Laercio, 7.125
Crisipo dice, en el tratado Sobre los géneros de vida, que el sabio podrá convivir con los reyes a fin lucrarse y que podrá dedicarse a dar conferencias por dinero, recibiéndolo por adelantado de unos y estableciéndolo por contrato con otros de sus discípulos.
- Plutarco, Contradicciones de los Estoicos, 30.1047
Dicen que, a menos que algo lo impida, el sabio participará en la vida pública, como dice Crisipo en el primer libro de Sobre los géneros de vida, de modo que podrá frenar el vicio y exhortar a la virtud.
- Diogenes Laercio, 7.121
Por ende y en conclusión, la política está reservada al Estoico, es decir, al Sabio Estoico. Pero recordemos que el Estoico, no es aquel que empieza a leer sobre "la filosofía". El estoico es aquel que YA ha alcanzado el ideal. Mientras, tanto, el estudiante, debe reservarse de perder el tiempo en estos asuntos, y centrarse en lo que le acontece, en sus deberes presentes, sin juicios, con pleno asentimiento y aceptando, que todo tal, como es y como lo percibimos es perfecto.
Volviendo para dar respuesta al dilema que planteábamos en el punto anterior:
¿Resulta que están matando a todos nuestros compañeros del campo de concentración? No debemos afligirnos ante tal situación dado que no depende de nosotros y ni siquiera podemos saber si es algo malo. Debemos pensar y aceptar que todo es perfecto según el gran esquema de efectos y consecuencias de Universo, y si incluso, los captores nos exhortan a ayudarles y a transportar a estos compañeros a la muerte, así sea, este es nuestro deber, y esto es lo que profesaba el Estoicismo.