Quizá el título no sea el más acertado pero voy a intentar explicar un poco esta cuestión en aras del estoicismo
Es común observar en el estoicismo al concepto de Integridad como una Virtud (o al menos como una subvirtud), aunque podemos observar como generalmente suele colisionar con el Vicio de manera más regular que otras virtudes. ¿Como es posible esto? Como siempre, por causa de los indiferentes
Voy a poner un ejemplo simple de algo que me pasó recientemente
Supongamos que nuestro marido o mujer un día nos plantea la siguiente cuestión: "Me gustaría cambiar el decorado y mobiliario de esta casa" y en nuestras mentes pensamos: "Esto es gastar dinero por gastar, un capricho, ¿realmente merece la pena?"
Obviamente aquí tenemos dos opciones:
1. Por un lado podemos plantear preservar nuestra integridad, y señalar como deberíamos, nuestra opinión: "Creo que esto no es necesario". Pero obviamente esta posición posiblemente desencadene una tormenta de infelicidad por causa de estos indiferentes en nuestra pareja. Y en este punto podemos hacer dos cosas, enrocarnos dificultando la situación y derivando una posible perturbación que más adelante comentaré, o rendirnos, que en esencia formaría parte del Vicio, que también comentare más adelante. Pero rendirnos en esencia se observa que derivará en Vicio por el simple hecho que aceptaremos perder el tiempo en nimiedades relacionadas a los indiferentes, tanto en el presente, como en el futuro. Esto es el verdadero dilema como comentaré más adelante: Las actividades morralla de la vida por culpa de nuestra falta de posicionamiento y evidentemente un dilema mayor para vivir de una manera "preferida indiferente" (en pareja, básicamente)
2. Pero por otro lado, y además, lo que soy consciente que la mayoría de la gente haría, sería no dar una verdadera importancia al valor de la integridad y centrarse en el valor teleológico de la situación: Asentimos falsamente (o inciertamente), posponemos la situación al máximo, hasta que se olvide de su mente, o hasta el punto que solo simbolice un cambio mucho más pequeño que la idea original. Pero en el caso que esto no ocurra y la idea se mantenga hasta el fin de los días, ahí es donde empezará el verdadero conflicto: "Dijiste que aceptabas mi idea de cambiar la decoración y el mobiliario...", "Si, pero ... (y cualquier excusa)".
En este caso desde una perspectiva utilitarista/teleológica la idea es simple: Tiramos un dado y esperamos que la probabilidad que juegue a nuestro favor sea grande aun a cambio de sacrificar lo que haga falta (integridad por ejemplo). Mientras que en la otra opción, el conflicto esta asegurado. Y la diferencia entre sacrificar y no sacrificar esa integridad es lo que en el fondo, nos hace estoicos
Se entiende que para nosotros, los Prokopés, debemos asumir enfrentarnos a la adversidad en el momento que surja considerando el verdadero valor que tiene la integridad (para nosotros mismos).
Al decir lo que pensamos:
- "Yo pienso que no debemos gastar el dinero innecesariamente"
Podemos recibir un contra-argumento como el siguiente:
- El problema es que tu nivel de subsistencia es prácticamente nulo, a la altura del suelo
Y esto en el fondo es verdad. Si citamos a Séneca:
Indispensable es tratarlo con alguna dureza, no sea que no se someta bastante al espíritu: no comáis más que para matar el hambre, y no bebáis más que para apagar la sed: no busquéis en el traje otra cosa que el preservativo del frío, ni más en vuestra casa que lo indispensable para poneros al abrigo de las injurias del tiempo. Poco importa que la casa esté edificada con césped ó con variados mármoles; igualmente bien puede encontrarse el hombre bajo dorado techo que en una choza, y debéis despreciar la ostentación de embellecimientos superfluos
- Séneca, Epístolas morales a Lucilio, Epístola 8.5
He aquí la paradoja de la integridad. La paradoja en si, es la perturbación que supone, el coraje de confrontar la relación, teniendo que elegir entre indiferentes (la relación en si, y la decisión que lidera a más indiferencia moral todavía), o el hecho de mantener nuestra integridad de acuerdo a nuestra Razón. En otras palabras: Decir de alguna forma subliminal a nuestra pareja: "Si quieres, podemos dejar aquí la relación, porque no estoy dispuesto a seguir un estilo de vida que me obligue a elegir en perder el tiempo con indiferentes"
Como Epicteto comentaba en los Discursos con Arriano, Libro 3, Pasaje 22,
—Sí, pero Crates se casó . —Me hablas de una situación nacida del amor, y pones una mujer que era otro Crates. Pero nosotros buscamos en los matrimonios comunes y convencionales y buscando en ellos no hallamos en esta situación revuelta que sea asunto de interés para el cínico.
– Epicteto, Disertaciones con Arriano, Libro III.22.76
Por tanto aquí me surgen las siguientes cuestiones para discusión moral si cabe:
1. Sabemos la idea de Epicteto en el caso de los Cínicos, ¿pero que hay en el caso de los estoicos? Debemos tirar nuestro tiempo con desgracias absurdas y caprichos, por culpa de las relaciones con la gente (no cosas importante, sino esas nimieces que nos surgen), en vez de aprovechar nuestro tiempo, ejercitándonos propiamente en el camino del Prokopton? Dicho de otra manera: ¿Debemos gastar largas horas yendo de aquí alla, fines de semana en IKEA rebuscando entre la indiferencia moral, en vez de ejercitar nuestra Askesis estoica en aquellas debilidades que todavía tenemos que superar? ¿O también por ejemplo, tener que gastar ingente cantidad de tiempo en una simple mudanza, por no poder viajar nunca ligero de equipaje?
2. ¿O en cambio, deberíamos acabar buscando nuestro propio/a Crates, como Epictetus sugería para los cínicos, si queremos seguir empujando adelante, en nuestro largo camino del Prokopton?