¿Cómo es posible saber que una acción virtuosa no es originaria de un condicionamiento vicioso?

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preguntado por vitali (1,270 puntos) Sep 24, 2019

Dando respuesta a la cuestión planteada hace unos días en el grupo de Facebook:

Tanto los Cínicos, como los Estoicos, y el mismo Sócrates, creían en una visión del alma monista frente a la versión tripartita del alma que introdujo Platón y que prevalece a nuestros días, gracias al reimpulso de este concepto por Freud. Esto es en resumen lo que da respuesta a esta pregunta, pero voy a explicar un poco más como esto influye de manera significativa a la respuesta.

Cuando partimos por base que el alma tripartita es una realidad, y lo asumimos en la actualidad (algo que no es ni demostrable, ni necesariamente asumible), entonces puede no tener sentido esta discusión. Con un alma tripartita (recordemos que alma, es sinónimo de mente), necesariamente podemos tener presente que una de las "mentes" podría estar errando (vicio) a pesar de que a priori nuestra decisión aparente ser virtuosa a primera vista (decisión tomada por otra de las mentes). No tiene porque existir una alineación de las tres mentes, y esto genera sistemáticamente una incongruencia.

En cambio, si partimos por base de una visión monista (no necesariamente con el concepto Monista de Demócrates), sino con el simple versión de una sola alma (una sola mente). 

Para ayudar a entender esto, los Estoicos introdujeron etimológicamente, el concepto de "conocimiento" unido a una epistemología filosófica (algo que hasta la fecha no se había hecho de manera formal) y esto es muy útil para dotar de una columna vertebral al argumento.

El conocimiento, si bien, no solo sigue una sola línea argumental lineal, puede ser visto como una matriz. Redes neuronales e historias de estas que se estilan hoy en día, encajarían bien. Incluso la propuesta de Hebb. Veríamos el conocimiento como una gran matriz accesible desde cualquiera de sus puntos. 

Por tanto, las decisiones pueden ser virtuosas o viciosas, dado que bajo esta propuesta, no existen externalidades. Aunque el condicionamiento, visto como aprendizaje, pueda haberte llevado a "creer" que existe una forma más eficaz para alcanzar un objetivo (aun siendo viciosa esta forma), la acción puede ser virtuosa, siempre y cuando cumplan con algunas condiciones que planteo a continuación.

La teoría epistemológica de los estoicos, se basa en el principio de indiferencia. Es decir, el ser humano, por naturaleza, altamente evaluativo, se pasa el día poniendo etiquetas a toda y cada una de las impresiones que entran por sus ojos. Principalmente según los estoicos tres etiquetas: "preferido", "rechazado" e "indiferente".

Se parte por base de otros dos principios. El principio de regulación por hormesis (ὁρμάω), y el principio motivacional hedonista (ἡδονή). Es decir, un ser humano cualquiera, sin instrucción, que campa a libre albedrío, solo busca dos cosas: estabilizarse y sentirse tranquilo. 

El tema es que, el ser humano, al igual que ocurre con esas redes neuronales que se crean por ordenador, inicia su andadura con una tabula rasa muy simplista (si es que existe alguna tabula rasa, no todos los estoicos compartían su existencia)

Esto quiere decir, que siempre buscamos, regularnos (si estamos muy asustados, disminuir el miedo), y tender siempre hacia lo preferido, lo cual, por naturaleza, tiende a facilitar esta regulación. Para atender al principio motivacional hedonista, las decisiones se toman evaluativamente: esto es mejor que esto otro basándonos en un criterio hormético. 

Por tanto, si por ejemplo, estamos tumbados vagueando cuando deberíamos estar trabajando, podemos pensar que hay dos mentes (o tres), una mente, que nos invita a reposar, y otra que nos insta a trabajar. Pero no es así. Al estar tumbados y no levantarnos, la decisión ya está tomada hasta que cambiemos de decisión. Nuestra evaluación nos dice: 

"Me siento mal, hoy no me siento con fuerzas, y cuando uno no se siente con fuerzas, no debe esforzarse demasiado, porque las cosas no salen como deberían, la gente puede llevarse una mala impresión de mí, así que voy a procrastinar un poco, y ya mañana, cuando tenga más fuerzas, me pongo a ello".

Al estar tumbados vagueando, obedecemos a un principio hormético: estamos intententado estabilizar nuestro estado interior, tendiendo hacia un conocimiento (que sí puede ser un condicionamiento) de lo que es preferido, es decir, al estar tumbado, hasta donde sabemos, parece que la relajación llega antes. No existe ese concepto de Akrasia tal y como lo conocemos.

En el fondo, la Akrasia, no es originario del mundo de los Estoicos sino al de los Platónicos/Aristotélicos que si aceptaban esta visión tripartita del alma (diferentes visiones, pero en esencia, tripartita). Esto quiere decir, que para una persona, no existe akrasis, o esa incongruencia de estar haciendo lo incorrecto pese a saber que es lo correcto. Siempre se hace lo correcto (kathekon) pero no siempre de manera virtuosa.

Por eso, "lo correcto" (lo que estabiliza y se prefiere), no es símbolo de virtuoso necesariamente (kathortoma). De hecho, el concepto de kathekon, impulsado por los estoicos medios principalmente (de Panecio en adelante), estaba a caballo entre un kathortoma y una acción valerosa (el deber). 

¿Cómo se alcanza ese nivel de "virtuosidad"? 

En el fondo, el análisis se encuentra en el famoso "vivir de acorde a la naturaleza" que recordemos, es una forma de hablar del sentido del a vida. Por tanto, la pregunta no va encaminada a "Que es mejor". No es una pregunta evaluativa. 

De hecho aquí es donde entran otras propuestas, como la de Sócrates y la de los Cínicos. Quizá la puerta está en liberarnos de ese modus operandi tan errático en el que la evaluación hacia el bienestar, y la estabilización son nuestras guías por defecto.

Quizá hay una forma "mejor" de hacer las cosas en el que la tranquilidad, no es un fin, sino un efecto colateral, ni siquiera deseado sino aceptado, como cualquier otro. 

Por tanto, la Virtud, se alcanza, cuando la acción correcta, se alinea, con un valor (que a su misma vez se alinea con el sentido de la vida de cada uno).

Como el Alma es monista, los valores, son también, una forma de conocimiento, al alinear la decisión con este área del alma en el que las decisiones son "Virtuosas", alcanzamos el kathortoma, y tenemos la suprema seguridad de que no hay vicio en esa decisión.

¿Pero cómo puedo saber que mis valores no son Viciosos?

Otra gran pregunta del millón. Habría que remontarse, epistemológicamente, a la "creación" de estos valores. ¿Cómo se crearon? Personalmente este el motivo por el cual, no profeso íntegramente la doctrina Estoica, que si bien, ha traido cientos de ideas útiles para integrar tiene un montón de incongruencias que son casi imposibles de resolver con certeza, como está. Hay mucha gente que lo acepta, y entiende, que tampoco hay que conocer todos los "principios" para hacer algo. Que en la acción está el merito y que siempre hay que ir hacia adelante, lo que es muy loable. En cierto modo, son los estoicos más férreos, que ven en el quietismo y en el inmovilismo el Vicio. Por eso, se aferran a versiones morales y normativistas, que simplemente, les permiten actuar hacia adelante, y ahí es donde se forjan los guerreros estoicos, que está bastante bien, porque en el fondo, como los Templarios, a su forma, luchan por una causa mayor. A esto se le suma, que posiblemente esa causa, propia de un deber mayor, nutre del Determinismo Universal, así que el resultado es perfecto... para algunos.

Pero soy consciente, que hay otros tantos (muchos), que no ven tan clara, esa causa que seguir. Por eso quizá, a mi me gusta echar un ojo a otras filosofías que mas o menos, beben de la misma raíz del cinismo como son el Neoplatonismo, el Epicureanismo y el Cinismo (e incluso los pocos principios de Sócrates que podemos leer). También existen otras tantas doctrinas más modernas, e incluso de otras areas del mundo, como las orientales, que pueden llenar ese "hueco" del valor para aquellos que no lo tengan tan definido. 

La propuesta Cínica del valor

Siempre me resulta interesante poner como ejemplo la propuesta cínica para llenar ese valor, ese "vivir conforme a la naturaleza". Para el Cínico, todo el sentido de la existencia, consistía en despojarse de ese "modus operandi automático" que comentaba antes al 100% y transcender (sí, se parece un poco a versiones budistas, y de hecho, por eso Alejandro Magno se llevó a algún Cínico a sus viajes a las Indias)

El modus operandi era esa cuestión de la estabilización y la tendencia hedonista, que en cierto modo, nos hace esclavos de un "conocimiento pobre". Por eso, para los Cínicos, todo el conocimiento que no vaya dirigido a trabajar para la dilapidación de estos dos principios, es tiempo perdido. De aquí surge el concepto de la Askesis, o ejercicio Asceta (aunque no se sabe con certidumbre, si es realmente originario de esta filosofia porque si se veían muchos ejercicios ascetas pre-socráticos pero no estaban procedimentados)

Para el Cínico, todo gira en ir, poco a poco, despojandose de lo que te ata, es decir, de la evaluación.

Epicteto, en la línea del Cinismo, planteaba la necesidad de no-evaluar (a lo Sócrates). Centrar la mente y no poner etiquetas. 

Los Cínicos, en cambio, se ejercitaban en intentar alterar, la evaluación que teníamos preconcebida de las cosas.

Por ejemplo, el hermano de Hiparquía (que sería la pareja de Crates a posteriori), Metrocles, estudiaba en el Liceo con el bueno de Aristóteles. Cuenta Diogenes Laercio Un día se tiro un pedo en público y esto le causo tanta verguenza (evaluación) que se encerró en su habitación, con vistas a hacer un  suicidio por inanición. En ese punto Crates fue a visitarlo y le llevo un plato de judías (que suelen causar muchas flatulencias). En ese punto Crates se puso a peerse como un loco, para demostrar a Metrocles, que al ser un acto natural, no merecía ser acto de una evaluación. 

Para un Aristotélico y para un Estoico, peerse en público es un rechazado. Para un Cínico, es un rechazado también, pero a través del ejercicio ascético, se puede acabar convirtiendo, en un preferido o en un indiferente. Lo importante es -destruir- la evaluación, genrar un grado de inestabilidad (recordemos la necesidad hormética de estabilidad) y ser disruptivo con la necesidad de buscar el benificio, encontrando un beneficio en el prejuicio y viceversa (a través de la Askesis).

Así que en resumen, este es el sentido de la vida Cínico. Y que bien encuadrado dentro de una perspectiva monista, demuestra, que en el fondo, no hay Telos, no hay necesidade de evaluación, y el vicio como tal, ni siquiera entra dentro de la ecuación. ¿Para que hacer cualquier cosa? Para desestabilizar, dos principios que en esencia, forman parte del modus operandi por defecto del ser humano. ¿Y para qué desestabilizarlo? Porque el sentido de la vida consiste en ser libres, y ser libres consiste en no estar atados a estos principios primarios. Al no estar atados a unos principios primarios, transcendemos hacia unos principios secundarios, y como diría Epicteto "compartiremos mesa con los Dioses"

¿Y para que compartir mesa con los Dioses? Porque los Dioses, son los que, en suma, dan sentido al sentido de la vida (de ahí que cada uno tenga su propia interpretación del concepto de Dios o Dioses).

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