Como ya venía comentando unos días atrás, me he encontrado hasta la fecha con ciertas dificultades para desarrollar una Renuncia Voluntaria en condiciones. Desde que vengo haciendo revisiones de las prácticas, las razones han sido variopintas; generalmente es por todos bien sabido que una Renuncia Voluntaria, nunca fue plato de buen gusto. Pero la más destacable quizá haya sido la desgana o la falta de predisposición para tomar las riendas de la actividad.
Hoy he decidido dar un paso al frente y me he replanteado como retomar esta práctica; dándole un enfoque de manera más comprometida y quizá largo-placista.
Hazte gracia, en fin, a ti mismo de este momento. Los que prefieren correr tras gloria póstuma, no se hacen cargo de que los hombres del mañana serán como esos de ahora a quienes soportan; que también aquéllos serán mortales. En suma; ¿qué te importaría que ellos te llevasen de boca en boca con tales dichos o formasen de ti tal opinión?. – Marco Aurelio, Meditaciones, Libro VIII.44
Este es otra de esas partes, donde Marco Aurelio se recuerda a si mismo, la futilidad de la fama, como un preferido indiferente; o incluso se lo plantea como un rechazado indiferente en muchas ocasiones. Entiendo que sea uno de esos temas que saque con mucha frecuencia por el evidente hecho de su posición como emperador. Aunque sea generalizable que cualquiera podamos encontrarnos en esta misma tesitura; saber entender la irrelevancia real de poder llegar a adquirir fama en esta vida; algo que a veces nos planteamos como necesaria, o incluso importante. Cuando generalmente es algo totalmente irrelevante y muy posiblemente en un gran número de casos, incluso podría ser perjudicial para la Razón.
Por ello Marco Aurelio destaca que todas aquellas personas alrededor de la fama, no son tan destacables como aparentan ser; tarde o temprano esta acabará, y habrá sido de la misma relevancia que a todos aquellos que no la obtuvieron ni hicieron lo que les fuera propio; vivir de acorde a la Naturaleza, o focalizando en la Razón. Y sobre la extrema focalización a la Razón es la experiencia y meditación de la que quiero tratar hoy precisamente.
Por motivos de la Fortuna, hoy he tenido la oportunidad de disfrutar de un día libre laboral. Aprovechando la tesitura, he aprovechado para realizar una actividad, que ya venía dándole vueltas desde hace varios días atrás. ¿Cómo sería capaz de empezar a disciplinarme para empezar a trabajar la Renuncia Voluntaria más «estoicamente»?. (nunca mejor dicho)
La respuesta, aunque pudiera resultar simple venía complicándome de tiempo atrás; hacerlo, me había estado costado bastantes días de postergar y en definitiva procrastinar, que debían acabar. Por eso aprovechando la oportunidad que me brindaba el día libre de hoy se me ocurrió hacer una cosa; una meditación de consciencia plena más larga de lo habitual. De un total de 6 horas seguidas
Puede sonar un poco extremo (y lo ha sido), pero la idea subyacente era la siguiente; identificar el punto necesario mínimo y máximo para poder encontrarme en un estado de «empuje» para poder lidiar las prácticas más dolorosas. En cierto grado, siempre fui consciente que la vida, mal llevada, se comporta como un gran Trastorno Obsesivo Compulsivo; siempre encontramos la forma de zafarnos de aquellas cosas que más evitamos. Y también encontramos la forma de escapar mentalmente de aquellas cosas que nos desagradan; que no hemos podido ser capaces de evitar.
Esto en resumen es lo que me viene pasando, a lo que sumando mi historial «terapéutico», es como añadirle más palos a un fuego; ya de por si, se extiende rápidamente: el patrón de la Evitación Experiencial. Por eso, con una meditación tan amplia, me permite sacarme de mi zona de confort; considerando que es muy duro estar ahí tantas horas seguidas, sin quedarse dormido y encima sin haber hecho nunca una meditación más larga de una hora. También me ha permitido identificar, que bajo ciertas circunstancias de tensión, de presión o de incomodidad, lo correcto sería hacer una sesión de aproximadamente 1 hora y media; con objeto de poder de-fusionarme y no evitar la tensión deliberadamente.
Me di cuenta que a partir de la hora y media, la meditación ya no me aportaba apenas mayor nivel de consciencia. A partir de las 3 horas, la meditación parecía una penitencia. Por eso me he dado cuenta que el tiempo apropiado para una sesión especial, es de hora y media como comentaba; máximo es de 3 horas. Aunque no descarto en un futuro, ir aumentando eventualmente las meditaciones de 6 horas a 8 horas; o a 10 horas y así siguiendo. De hecho quizá me proponga un objetivo a largo plazo de pasar 2-3 días meditando sin parar; una fase de ayuno, meditando, necesidades básicas, WC, agua y durmiendo exclusivamente vaya. Esto también sería una forma extrema de Renuncia Voluntaria; pero más bien lo consideraría como una forma de aproximarse a la Recta Razón de manera más agresiva de lo normal.
Generalmente tengo dos mecanismos. Uno es haciendo una actividad eminentemente lúdica, como ver la TV o jugar a video-juegos. Y otra, como parte de ese TOC que siempre me ha venido acompañando, y es alargar los tiempo en la ducha innecesariamente; por encima del mínimo que me tengo establecido por cuestiones terapéuticas. En ambos casos una forma de desconectar que evidentemente, cuando se trata de una Renuncia Voluntaria, no interesa; considerando que el objetivo de las mismas es aumentar los niveles de consciencia ante el deseo pasional involuntario fuera de la Razón.
Creo que en gran medida todos hacemos constantemente este tipo de Evitaciones; buscamos estas formas de desconexión, que desde siempre nos han dicho que son positivas para mantener la mente saludable; esto es una gran falacia. La mente no necesita desconectar, solo necesita reconectar y vivir más de acorde a su naturaleza: Vivir basándonos en la Razón. Y más considerando que la Renuncia Voluntaria es una forma de exposición con prevención de respuesta. Por ende todo tipo de desconexión es una forma de compulsión. Esto aprendido a base de bien a lo largo de tantos años de análisis.
Por eso la conclusión que he sacado en el día de hoy, la importancia de observar cuales son esos mecanismos de desconexión involuntaria y evitación; que en ambos casos estan fuera de la Razón. Y también después de haber hecho esta práctica especial, reconocer cuales son nuestros tiempos ideales de Mindfulness.
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oye, me resulta muy familiar tu metodologia, es muy similar a la que intento aplicar, creo que el ayuno y la meditacion son un combo perfecto para purgar la mente y el cuerpo, yo lo acompaño de ejercicio fisico moderado y algo de lectura para soportar el tiempo, puesto que la mente es lo mas dificil de dominar en esas instancias para mi, me di cuenta de que romper habitos es lo mas dificil de conseguir.
Es complejo, pero efectivamente es una práctica que sirve para poner a prueba nuestra prohairesis y reforzarla