Es curioso cuando uno tiene la oportunidad de leer los orígenes de las filosofías, más allá de los planteamientos lógicos; que suelen tener cierta armonía, y evidentemente de los temas éticos; que se sustentan tanto en la lógica como en la física estoica, las curiosas reflexiones y planteamientos que tienen las personas sobre solo lo que aprecian. Puras hipótesis y elucubraciones, inocentes generalmente, carentes de base científica, pero que aparentemente parece que sientan la cátedra de la visión futura.
Pero en cambio a estos filósofos, muchas veces se les denominarían visionarios. Desde Leonardo da Vinci hasta Julio Verne, que de alguna manera filosofaron con la parte Física (y la metafísica), hasta mucho más atrás, y con menos medios, Zenón de Citio, que llegando a conclusiones variopintas, parece que se acertó y falló en numerosos temas. Algunos dirían que paradójicamente, por estadística algun pingüino vuela, y por ende, quienes hacen muchas predicciones, al final aciertan algunas pero yerran muchas más. Hoy vamos a ver que visualizó Zenón de Citio y sus discípulos acerca de la Física Estoica.
Conviene no perder de vista estos tres puntos: Primero, que cuanto pusieres por obra, no lo hagas temerariamente ni de otra manera que como lo haría la misma justicia; en lo que mira a los acontecimientos externos, persuádete, bien sucedan al azar, bien por providencia, que no debes por esto vituperar la fortuna ni culpar a la providencia. Lo segundo, que reflexiones cual es el individuo que desde su concepción hasta que el hálito lo anima y desde la animación hasta el momento en que deba restituir el alma; de que elemento se compone y en cuales se disolverá. Lo tercero que, si de pronto levantando en alto considerases desde arriba lo que son las cosas humanas y su diversidad, ¡como las despreciarías al abarcar de un solo golpe de vista el inmenso espacio que por todas partes habitan vivientes aéreos y etéreos!. Y por más veces que te remontases, verías al fin las mismas escenas, su mismo aspecto, su breve duración ¡Y en esto fundas tu vanidad!.- Marco Aurelio, Meditaciones, Libro XII-24
La meditación del día de hoy se fundamenta esta cita; es curioso como Marco Aurelio en algunos momentos, recobra los principios básicos del Estocisimo, del fundador Zenon y sus discipulos Cleantes y Crisipo, a pesar que es considerado (Marco Aurelio) uno de los estoicos que más incide en la parte práctica y Ética; y no se va mucho por las ramas acerca de los principios del Estoicismo.
Muchos explican el desapego de Marco Aurelio ante la física estoica, dado que estuvo significativamente influenciado por Aristón de Quios, uno de los primeros discípulos de Zenón, el cual no compartía el 100% de sus enseñanzas, y derivó en otra escuela, llamada la escuela Aristoniana. Es curioso como los principios más recientes del Estoicismo, o lo denominado Estoicismo Moderno, se asemejan más a esta escuela «Aristoniana», que a la Estoica original. Pero aún así, como comentaba, aun mantenía algunas raíces que son meritorias de ser señaladas, como el caso de esta cita.
Al margen de esto, poco más puedo decir, que no vaya a introducir hoy en la meditación Estoica: Temas sobre la física estoica principalmente que abordan estos tres temas que aquí muy bien resume Marco Aurelio en esta cita
Al igual que días anteriores me pasó, hoy he estado la mayor parte del día volcado mi análisis e introspección en este apartado. Pero similarmente al día de ayer, también he de reconocer haberme visto envuelto en ese énfasis de pasividad y estoy en vías de su corrección. Ya empiezo a ver un poco más claro el camino para la progresión Virtuosa, y espero que a partir de mañana empiece a darse de manera más adecuada.
Ahora voy a pasar a la parte meditativa, y analítica sobre un tema que me ha llamado bastante la atención: La visión de la Física Estoica de Zenón de Citio y sus discípulos, voy a ir poniendo algunas citas sueltas, y comentándolas dentro del contexto. La mayor parte de las citas, son extractos de diferentes autores, que fueron aunadas en el Stoicorum Veterum Fragmenta de von Arnim, y que llegando ya al ecuador de la lectura del primer volumen, no está dejando de sorprenderme, lo grandioso de esta «meta-obra»; porque en cierto sentido, fue el esfuerzo de ir localizando en una increíble colección de obras dispersas en la literatura, breves citas, donde se hacía referencia a palabras de los tres principales estoicos; Zenón, Cleantes o Crisipo, precisamente por el hecho de que no se conserva absolutamente nada escrito directamente por ellos.
Otro dato significativo, me resulta muy interesante observar como de diferentes autores, se pueden extraer repetidas veces los mismos comentarios. Por ejemplo, si Zenón habla del Alma, 3 o 4 autores, hacen referencia exactamente a sus mismas palabras. Por ejemplo
El alma consta de ocho partes, y las divide en la parte directiva, los cinco sentidos, la [facultad] vocal y la genésica.
De aquí, varios autores como Esfero Bosforano, discípulo de Cleantes, Nemesio de Emesa, Jamblico de Calcis e Ioannes Stobaeus, repitieron en sus obras exactamente esta frase. Es posible que todas sean citas del mismo (probablemente Esfero, el cual tuvo directa relación con Cleantes, discípulo directo de Zenón), pero sirve un poco para dar cierto grado de validez a las palabras de Zenón al respecto.
Aprovechando esta cita, en primera instancia Zenón, habla del Alma, como parte del ser humano que dota al cuerpo de algo «diferente» al hecho de un simple cuerpo inerte. Hasta aquí todo bien, habla del alma como lo que otorga el poder de decisión, de percepción a traves es los cinco sentidos, el poder de la comunicación y el poder de la reproducción. Muy completo. Pero luego en la siguiente cita:
La voz fluye a través de la garganta. Pero si fluyera a partir del cerebro, no podría fluir a través de la garganta. En efecto, de donde fluye la palabra, de allí fluye también la voz. Ahora bien, la palabra fluye del entendimiento, de modo que el entendimiento no está en el cerebro
Sin entrar mucho en detalles, basta leerlo para entender que lo deja estropeado todo un poco. Como ya decía anteriormente: Por estadística un pingüino vuela; de las decenas de aserciones de física estoica que Zenón enumera, hay algunas que son bastante bonitas y realistas, algunas son relativamente visionarias, mientras que otras son hipótesis refutadas fruto de una reflexión poco fortuita.
Afortunadamente, como veremos a continuación, cuando habla acerca de Dios (de la Naturaleza, o del Cosmos o Universo que todo lo domina), parece que esta muy acertado:
El éter es el Dios supremo, dotado de una inteligencia por medio de la cual todas las cosas son regidas.
Según dice el Stoicorum Veterum Fragmenta, Zenón separa la materia cósmica de Dios, y dice que éste pasó a través de la misma como la miel de los panales. Considerando que el éter es una sustancia cósmica diferente a la materia, y a través de la cual, pasa la materia similar a la miel en los panales, esto viene a recordar un texto muy famoso que justamente hizo referencia a una hipótesis de física increíblemente reciente: «La partícula de Dios: si el universo es la respuesta, ¿cual es la pregunta?» en relación El bosón de Higgs. Parece como si Zenón y múltiples antiguos que compartieron época, estuvieran hablando de esta micro-partícula por pura intuición, sin alguna base científica; sin ni siquiera conocer nada acerca de los Átomos y mucho menos, acerca de las partículas sub-atómicas. Ya de por si Marco Aurelio, comenta que existe una unidad atómica en la materia, y hace referencia en Meditaciones varias veces a los «átomos». Si Zenón, hace referencia al Éter, como dios, que separa la materia, dice así también:
No se deben erigir templos a los dioses, sino conservar lo divino sólo en la inteligencia; más aún, cree que la inteligencia es lo divino… [ella], en efecto, es inmortal.
Por otro lado, esa crítica a las creencias sin visión racional:
Resulta razonable honrar a los dioses. Pero no lo sería honrar a quienes no existen. Por consiguiente, los dioses no existen
Aquí la física estoica de Zenón, vuelve a hacer referencia a algo divino, dotado de inteligencia. Todo es regido a traves de la inteligencia, el universo es inteligente. También los Estoicos se basaron en un silogismo para llegar al mismo punto:
Lo que emite la semilla de lo racional es también algo racional. Es así que el universo emite la semilla de lo racional. Luego, el universo es racional
Pero también aquella [naturaleza] que incluye las naturalezas racionales es absolutamente racional. No hay manera, en efecto, de que el Todo sea inferior a la parte
Es decir, si el Universo creó seres racionales, ¿no es comprensible que el Universo en si también fuese como mínimo, racional? También decía así, otra forma de decir lo mismo:
«Si de un olivo nacieran flautas que suenan melodiosamente, ¿dudarías acaso que hay en el olivo algún conocimiento del arte flautístico? Pues ¿qué? Si los plátanos produjeran liritas con cadenciosos sonidos, seguramente tú mismo creerías que en los plátanos hay música. ¿Por qué no se ha de pensar, pues, que el mundo es animado y sabio cuando engendra de sí seres animados y sabios?
Y luego una serie de Silogismos, que se comenten una sobre suposición, y como comentaba antes, llega ese momento que sin querer acaban estropeándolo un poco todo como anteriormente
Lo que utiliza la razón es mejor que lo que no la utiliza. Nada, sin embargo, es mejor que el mundo. El mundo, por consiguiente, utiliza la razón.
[ Si] lo racional es mejor que lo no-racional, nada, sin embargo, es mejor que el universo. Por consiguiente, el universo es racional»
Lo inteligente, en efecto, es mejor que lo no inteligente y [lo] animado que lo no animado. Pero nada hay mejor que el universo. Por consiguiente, el universo es inteligente y animado
Finalmente, hay que entender que esta teoría de física estoica, contradice en gran medida el planteamiento del espacio-tiempo y la teoría de la relatividad de Einstein. No existirían mundos paralelos, no existiría el pasado y el futuro, y se refutarían todas las hipótesis en consonancia. Pero en cambio, no evita que los sucesos vuelvan a repetirse, dando lógica a algunas hipótesis que aparentemente no tengan sentido, como el fuego universal, o big-bang, como lo llamamos en la actualidad; y siempre se repetirían de la misma forma:
Gracias al incendio universal, los mismos [individuos] volverán a encontrarse de nuevo en las mismas [circunstancias], es decir, Ánito y Meleto acusando; Busiris asesinando a los huéspedes, y Heracles combatiendo
Finalmente, para terminar, una pequeña cita de Zenón, acerca del Destino, el determinismo estoico, que va muy en consonancia con el planteamiento que hice unos días al respecto
El destino es la fuerza motriz de la materia, pero también se considera providencia y naturaleza
Ya comentaba Marco Aurelio en la anterior cita: «Por más que te remontases, verías al fin las mismas escenas». ¿Por qué? Según los Estoicos sostienen en base al principal componente de la física estoica, el Determinismo se da por una sencilla razón: El bien mayor de un universo sabio, inteligente, y por tanto prudente («providente»). Aunque se repitiese un millón de veces el Big Bang, todo volvería a darse exactamente de la misma forma para seguir preservando ese bien mayor. Esto también es parte confirmante de ese determinismo. Los Estoicos no aceptan la aleatoriedad como tal; es decir, que las cosas no pasan por que si. Si aceptasen esto, aceptarían que si se provocase otro Big Bang, todo podría ser diferente. Y también se abriría paso a teorías de la física cuántica, como el experimento del Gato de Schrödinger, y numerosos temas que no voy a entrar ahora, pero que evidentemente, quedarían refutados por esta teoría.
Concluyendo: En un solo mensaje, he enunciado todas las principales citas de Zenón, en cuanto al Universo, Dios, el destino/determinismo, la relación del alma y el ser humano y algunos aspectos físicos que forma parte de ese aspecto que no entendemos y conforman la hipótesis de la física estoica. Tengo pensado en la próxima meditación tratar un tema algo al margen del Estoicismo como tal, pero que si surgía especialmente en citas de religiosos cristianos como crítica a Zenón y a los suyos, entre 6 y 7 siglos después de su muerte. Hablamos que estos cristianos estuvieron siguiendo muy de cerca la filosofía estoica, y sacaron sus conclusiones. Yo también quiero sacar un primer boceto de las mías, en la próxima meditación.
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