Meditaciones

Caso Practico de Estoicismo Parte 2 [DIA 120]

Volviendo a la serie de tres casos prácticos que inicie en el día de ayer, hoy quiero presentar otro caso práctico, con nuevas propuestas dentro de la filosofía; dado que en este caso, se introducen ciertos dilemas morales y adversidades, quiero ver como estos pueden ser tratados basándonos en los principios básicos que esta filosofía nos ha propuesto; todo pese a que en algunos momentos, se me haya figurado este tema de la Ética Exhortativa, como uno de los talones de Aquiles según se presenta la filosofía que trasmitían los promotores originales.

Cita estoica del Día

Habla, tanto en el Senado como ante cualquiera, con decencia y claridad: usa de un lenguaje sano. – Marco Aurelio, Meditaciones, Libro VIII.30

Este fragmento me resulta perfecto para introducir el caso práctico que voy a presentar en el día de hoy. Los dilemas que se presentan como se podrán ver a continuación tienen que ver con diversas cuestiones de relaciones interpersonales, de comunicación, y morales, esencialmente.

En la versión inglesa de este fragmento de Martin Hammond dice así:

Cuando hablas ante el Senado o a cualquier persona, se directo, no pedante. Usa un lenguaje fidedigno.

En definitiva, el planteamiento es sencillo: Para poder ser razonable, es decir Virtuoso en primera instancia hay que trabajar moralmente desde una perspectiva de integridad: Nuestras acciones deben ser conformes a nuestro conocimiento, más considerando la esencia monista del alma según se plantea por los Estoicos. Esto quiere decir en gran medida, que si decimos una cosa, y hacemos otra, realmente pensamos conforme a lo que hacemos, y no a lo que decimos. O lo que es lo mismo, decimos algo contrario a lo que pensamos y esto es una falta de integridad por tener una doble moral. Esa doble moral será motivo del verdadero mal en futuro, dado que generalmente si actuamos viciosamente, nos sentiremos agraviados (internamente) de alguna manera u otra según las bases lógicas de este sistema filosófico, fruto de este conflicto entre la voluntad y el parecer.

Meditación del Día: Resolviendo el segundo caso práctico de estoicismo

En este caso práctico, se presenta la situación de Juana, una joven recién introducida al estoicismo, que pretende lidiar con sus situaciones cotidianas de la manera más estoica posible. Como comentaba anteriormente, las situaciones que se presentan en el caso práctico, son fruto de una incongruencia moral constante que ha llevado a Juana a verse envuelta en vicisitudes variopintas. La cuestión será ver si es posible plantear una serie de acciones para que Juana recupere la congruencia y sea posible dotar de un cierto grado de integridad a sus acciones

Fase 1 del Caso Práctico: Los dilemas de integridad

Juana se fue de viaje con sus compañeros y colgó sus fotos en Facebook. Su amiga Ana, que no fue invitada, le pregunta el motivo. Dicho motivo fue, que su amigo Andrés no tiene muy buena relación con Ana, e instó a Juana que hiciera omisión a su amiga Ana en cuanto a la asistencia al viaje se refiere. ¿Que debe hacer Juana en esta situación?

Como planteaba, todos los problemas nacen de base, en esa incongruencia y falta de integridad en la que Juana se ve sumida en su día a día. En vez de poner en comunicación la situación a su amiga Ana desde una primera instancia, Juana prefiere esconder la cabeza, y ver como el dilema le explota en la cara tarde o temprano (o podría no haber explotado, pero de igual forma, asumir la responsabilidad de uno ante las circunstancias, es en gran medida asumir el hecho de que lo externo esta fuera de nuestro control, pero que podemos seguir siendo responsables de nuestras intenciones).

Juana debe plantearse si merece la pena, ser la «chivata» ante Andrés, y si es conveniente eludir su responsabilidad ante la situación. Por ello la pregunta que debe hacerse en esta situación, con la mayor sinceridad posible sería: ¿Que preferiría que me hicieran a mi en esta situación? Juana no va a poder controlar la reacción de Ana, pero si puede restablecer su integridad, haciendo exactamente lo que debe conforme a la respuesta a esta pregunta, y que independientemente de la reacción, pueda lograr cierto grado de Virtuosismo en su intención.

A partir de ahí el camino de Integridad y la dirección a la Virtud ya queda plantado.

Juana tiene un compañero en el trabajo llamado Juan con el cual quiere entablar una relación de amistad. Pero Juan es un ferviente religioso Cristiano, y esta constantemente instándola a realizar labores parroquiales a su lado. Juana elude dificultosamente dichas actividades pero al mismo tiempo, quiere mantener esta relación de amistad. Juan le propone asistir a una barbacoa de la Iglesia y Juana no sabe que decir, y se siente muy molesta por la continua insistencia de Juan ante una actividad que aparentemente ella ha demostrado no tener interés alguno.

Nos encontramos ante una situación de molestia y enfado por parte de Juana, que obviamente se genera por una sencilla razón: Un juicio ante una presunción; en ningún momento Juana deja claro sus pensamientos ante Juan, y presupone que él debería entender el motivo de su rechazo (esta es la presunción). Está claro que Juana debería tomar su tiempo para empezar a trabajar desde la disciplina del Asentimiento en esos juicios de valor viciosos.

Pero por otro lado, nos encontramos ante un deber, que si nos fijamos desde una perspectiva eminentemente estoica ortodoxa, quizá sería merecedor de la atención: El rol de la amistad. En resumidas cuentas, Juana tiene un compromiso con Juan de eventualmente ceder ante sus actividades propuestas, al igual que Juan hará lo propio si es un buen cumplidor de su rol (o lo que es lo mismo, ser un buen amigo).

Si Juana, tiene realmente interés de mantener esa amistad, debería, en primera instancia dejar claro a Juan que en sus preferencias no se encuentra la asistencia a eventos religiosos al margen de su aceptación y/o tolerancia al respecto. Pero al mismo tiempo debería asistir al evento aun no siendo una situación de preferencia, para asumir correctamente su rol dadas las circunstancias. Esto es un poco a lo que se refieren Epicteto y Aristón en cuanto a la necesidad de aceptar las circunstancias al margen de los preferidos. Y es por ello que los preferidos no sean necesariamente buenos: Vamos a pasar un rato quizá inquietante, entre un montón de personas que bajo nuestra perspectiva no comparten una visión del mundo anexa a la nuestra; pero por otro lado, vamos a estar cumpliendo nuestro rol como amigos, y al mismo tiempo vamos a estar trabajando esa adversidad. Dos en uno, y resuelto el problema de integridad.

Juana ha conocido a un José por internet y siente atracción por el. En una de sus citas románticas, José le trasmite a Juana que uno de sus valores es la afición por el fútbol y que no querría verse envuelto en una relación donde su pareja no comparte este valor, que para él es completamente esencial. Juana no es una gran pasional del fútbol pero puede tragarse algún partido, y se plantea sin fingir esa pasión con objeto de que la relación fluya hacia adelante.

Esto es más de lo mismo. Juana se plantea tirar a la basura su integridad y su voluntad con objeto de que su necesidad (pasión de tipo afecto, epithumia) ante un indiferente, vaya hacia adelante. Esta intención es caldo de vicio en resumidas cuentas. Vistos los dos anteriores casos, creo que sobra decir como debería proceder Juana. En palabras de Marco Aurelio: «Usa un lenguaje fidedigno» (ὑγιεῖ λόγῳ χρῆσθαι), un lenguaje virtuoso. Deja clara tu situación, y si a José no le parece adecuado, pues cada uno por su cuenta, sin acción movida por la pasión.

Fase 2 del Caso Práctico: El dilema moral

Juana recientemente descubrió una página para ver películas de estreno gratuitamente. Ella piensa que esto no daña a nadie, pero sabe que es ilegal. Se siente mal porque no sabe si debería seguir haciéndolo o pasar por caja como Dios manda.

He aquí un claro caso práctico donde lo único que importa es la Razón, ergo, la integridad moral. Juana debe plantearse su percepción ante esta situación: Si es un preferido indiferente, si es un rechazado indiferente o algo que nunca debemos olvidar, si es un indiferente indiferente. Como ya dije en su momento, por esta causa generalmente se produce una incongruencia. Quizá la incongruencia la encuentro, cuando una masa de personas critican y comentan en los grupos de Estoicismo, acerca de los diversos dilemas morales que existen en la sociedad: El respeto a otras culturas, razas, religiones; las igualdades de género, de riqueza, de sociedad; las circunstancias complejas, com el aborto, el incesto, la eutanasia, la propiedad intelectual…

Por eso mi actitud al respecto es lo que denominé, la «Moral Vacía», para la filosofía. Es decir, que ante estas preguntas que se establecen de: «Que opinión tiene el estoicismo ante el aborto»: No tiene absolutamente ninguna opinión. Todas las opiniones que se vierten ante eso, son opiniones personales que absolutamente nada tienen que ver con la filosofía estoica en particular.

Pero aquí la cuestión es: ¿que opinión nos merece el aborto desde nuestro conocimiento? (por ejemplo). Visto de otra manera: ¿Podríamos decir que estamos en contra de quitarle la vida a un ser humano abortando, pero si nuestra hija se queda preñada por un evento poco fortuito, como es el acto de un violador, deseamos el aborto incondicionalmente? He ahí la incongruencia y al mismo tiempo la falta de integridad moral.

Desde la postura estoica, bajo un determinado conocimiento (parte del conocimiento (episteme), que conforma en su esencia la Razón), yo puedo tener claro que estoy en contra del Aborto. Pero independientemente de las circunstancias, yo he de mantenerme firme en este planteamiento, salvo que exista otro conocimiento a futuro, que modifique el original. Y esto aún así diseña otro dilema moral, puesto que entonces, nuestra integridad estará condicionada a nuestro conocimiento presente, y el futuro podría contradecir las leyes físicas del anterior.

Pero esto es completamente irrelevante, siempre y cuando estemos asintiendo de manera consistente. Y solo asentimos correctamente ante nuestro conocimiento presente y ante una impresión adecuada como comentaba en mensajes de meses atrás. Nunca asintiendo ante una pre-cognición o presunción (phantasia)

Voy a aplicarlo al ejemplo de este caso práctico sobre la propiedad intelectual

  • Yo personalmente podría pensar que la propiedad intelectual debería ser libre, porque el ser humano comparte un Logos que debe ser compartido y difundido abiertamente. Los creadores de contenido deberían arreglárselas para monetizar sus producciones sin privar del derecho de uso de las mismas a otros, al margen de que esto pudiera derivar en producciones de inferior calidad.
  • Si yo creo contenido, este siempre debería ser publicado bajo una licencia libre, y si un familiar publica un contenido con el que lleva trabajando varios años, y debe ser el motivo del futuro sustento de su familia, a costa de mantener el copyright, si de pronto me entero que ha sido publicado en una página de libre distribución, ilegalmente, no sería de integridad ni denunciar por mi parte, ni criticar a los que lo han hecho, aun a expensas que esto pueda afectar a la calidad de vida de este familiar cercano (dado que la calidad de vida del familiar, es un indiferente, pero mantener la integridad es un bien supremo).
  • Pero si después de un tiempo, me entero de primera mano, que el contenido del libre distribución es completamente insostenible y que la necesidad de protegerlo es imperante por diversos motivos que estan completamente validados empíricamente, al entender esto, supondría ampliar mi conocimiento actual; esto implicaría que mi planteamiento ante la propiedad intelectual cambiaría radicalmente, y por ende, mi pensamiento al respecto también lo haría, posicionándome de una manera radicalmente diferente, pero manteniendo la integridad con nuevas razones y ante nuevas circunstancias.

¿Supondría este cambio, una violación de mi integridad? Siempre y cuando, desde ese momento en adelante actuara conforme al cambio, y salvo que nuevo conocimiento futuro se integrase al presente, no existiría problema alguno desde la perspectiva Estoica. Esto en esencia es el sentido de la Razón, ergo, de la Virtud. Así que en conclusión, Juana debería tomarse su tiempo para aclarar sus principios en cuanto al tratamiento de la propiedad intelectual se refiere.

Fase 3 del Caso Práctico: Oportunidades ante la Adversidad

Por último se presentan dos casos prácticos que suponen una adversidad para Juana:

Una compañera de la universidad de Juana, terminó la carrera, con muchas peores notas que ella, pero encontró un trabajo fantástico, que le aporta una suma de dinero demencial, y le ha permitido comprarse un coche de gama alta y vivir en una casa fascinante. Esta compañera ha invitado a Juana a cenar una noche, pero Juana ha estado evadiendo la invitación porque siente unos celos irremediables ante la buena fortuna de su compañera, que según ella, no se merece

Esta parte del caso práctico es un caso clásico de un Juicio de valor ante un asentimiento inadecuado. Juana se recita en su mente: «Mi compañera tiene todo eso de manera injusta, y esto es algo malo». Lo que automáticamente degenera en el vicio de la envidia, de tipo dolor (lupe). Para poder cambiar esta situación, en primera instancia Juana debe reconocer este asentimiento inadecuado y cambiarlo por otro correcto: «Mi compañera ha terminado sus estudios con peores notas que yo y le han contratado en una empresa en la que gana un pastizal». Punto. Sin mayor juicio. No es ni bueno ni malo, no es justo ni injusto. Es como tiene que ser, sin más juicio. Esto en esencia forma parte de la disciplina del asentimiento

Por otro lado, a Juana le toca ejercer su parte, en cuanto a la Disciplina del Deseo se refiere, debe acudir a dicha cita pese a que asume que no es algo preferido dada la envidia que le genera. He aquí otro ejemplo de porque lo rechazados pueden suponer una lacra; el rechazado puede provocar colateralmente una pasión y esta, nublar la visión ante la verdadera disciplina. Ir y no ir, son en si, dos decisiones indiferentes. Pero es beneficioso ir desde una perspectiva estoica, dado que permite progresar a traves del camino de la Virtud (Prokopton). Si es cierto que manteniendo una mente y razón clara, los indiferentes no suponen un «problema» al catalogarse como preferidos o rechazados, pero generalmente esta comprobado que si suelen ser motivo de dilema y es por esto por lo que Epicteto advierte tanto a través de sus Discursos de este efecto.

Cada vez que Juana entra en su muro de Facebook, ve publicaciones de sus primos poniendo fotos de su querida abuela fallecida unos meses atrás. Esto le provoca un dolor intenso y ha pensado en borrar a sus primos eventualmente para no tener que enfrentarse a este dolor innecesariamente.

En este caso práctico, nos encontramos ante la misma situación que la anterior: Un juicio errático a trabajar, como parte de la Disciplina del Asentimiento, y una necesidad de enfrentarse al dolor como parte de la Disciplina del Deseo. Es evidente que Juana se plantea el simple hecho de que su abuela haya muerto, es algo malo (al margen de saber que evidentemente es ley de vida, y no tiene un juicio de valor). Pero es fundamental que Juana refuerce diariamente este reconocimiento: Que su abuela haya muerto no es en si, ni malo ni bueno. Y para afianciar este reconocimiento, es necesario que se enfrente directamente al dolor. Y evadiendo las imágenes en redes sociales, o en cualquier otro formato, no es evidentemente parte del camino.

Fase 4 del Caso Práctico: Conclusiones finales

Esta claro que a Juana se le presentan constantemente oportunidades para trabajar el camino de la Virtud, y es necesario que aclare todos esos dilemas morales desde su propia posición para alcanzar un mayor grado de integridad. En cierto modo parece que algunas de esas contradicciones estoicas que planteaba el otro día se resuelven bastante al plantear este caso práctico de una manera más pragmática. Es posible observar, que en ningún momento hablo del katorthoma, o acción adecuada estoica por esta precisa razón. Hay que entender que una cosa es la lógica filosófica que entraña todo el postulado, y otro, la acción práctica que se esconde tras el tratado. Y me resulta muchas veces, muy difícil de conciliar.

En gran medida a título personal, me sirve para esclarecer ese trasfondo relativo a la Voluntad de la Razón como un pilar básico de esta filosofía, que desentraña mucha de estas cuestiones que eventualmente pululan por mi mente. Tema que me gustaría sacar con más profundidad en adelante partiendo de muchas de las premisas aquí planteadas en este caso práctico.

Vitali

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