Hace algo más de un mes, consultaba en zonas diferentes de discusión acerca de la filosofía estoica, que rol tenía la Providencia Estoica para el entendimiento del Estoicismo. Esto ya es algo que he venido comentando en varios de los mensajes que he ido publicando en la página en las últimas semanas, pero creo que voy a hacer otro inciso agregando más información a la materia
Me avengo, oh naturaleza del mundo a todo lo que a ti te acomodare. Nada es para mí temprano o tardío, si para ti es sazonado. Cuanto llevan tus estaciones, oh naturaleza, todo es para mí fruto regalado. De ti viene todo, todo está en ti, todo vuelve a ti.- Marco Aurelio, Meditaciones, Libro IV-23
La providencia estoica es importante por varias facetas que comentaré más adelante en el apartado de la meditación estoica del dia, y esta cita hace referencia a una de las principales. Como venía trabajando y comentando acerca de la práctica estoica «El recordatorio de Impermanencia», la filosofía plantea que aquello que no esta bajo nuestro control, no debe ser sinónimo de derrotismo, sino de agradecimiento. Es por ello la necesidad de ejecutar este Recordatorio de Impermanencia de manera sistemática: Por el simple hecho que sirve para reforzar este aspecto de la Virtud de la Templanza, aparte de ayudarnos a creer y ver la parte buena del momento en el que vivimos.
No se trata de un sistema de pensamiento positivista superficial, y esto se da principalmente a un motivo: gracias a darle el correspondiente lugar a la providencia estoica en este aspecto.
Marco Aurelio aquí viene a decir, que nada es bueno ni es malo, es para la Naturaleza (o en la traducción en Inglés, se puede leer Universo, pero en realidad hace referencia a Zeus o a Dios), y todo es un regalo. Todo viene de Dios, y todo vuelve a Dios, es decir, que todo lo tenemos prestado. Y debemos estar agradecidos constantemente con aquello que tenemos prestado. Esta es una meditación muy destacable por parte de Marco Aurelio.
Hace varios días que vengo entremezclando las experiencias con las meditaciones, pero hoy voy a hacer un alto en el camino y comentar un poco más en detalle: De momento ya entrado Febrero, debo reconocer que sigo sin ejecutar mis propuestas que indiqué a finales del mes pasado. Llevo un par de días sin tener excesivas relaciones sociales, y esto implica que realmente esa excusa no está ahí disponible, como vine haciendo habitualmente el mes pasado. Realmente excusas nunca debe haber, pero uno mismo se las crea, para escudarse de una pésima ejecución nada virtuosa.
Si es cierto que hay una serie de hábitos subyacentes que provocan que todo vaya en forma de bola de nieve:
Este tema, ya lo he tocado varias veces, pero realmente nunca he hecho un inciso para intentar entender porque podría ser necesario hacer hincapié en introducir la providencia Estoica en la práctica de la filosofía estoica.
He detectado tres aspectos, dos de ellos principales y un tercero, que simplemente da lugar a una breve reflexión sin mucha transcendencia práctica, pero si quizá espiritual.
Antes de entrar en detalle, como comente varios días atrás, tras algo de investigación me comentaron algunos compañeros estoicos que gran parte de esta creencia (determinismo y providencia Estoica), tenía una utilidad subyacente: La consolación. Considerando que para muchos la cuestión de la aleatoriedad de la materia, la teoría del Caos, podría considerarse no motivo suficiente para la aceptación de muchos; la providencia a veces supone un punto consolatorio: «Aquello que pasó no estaba bajo mi control, por tanto me consuela este hecho».
Pero bajo mi punto de vista, este es un argumento derrotista, fatalista. Como he dicho varias veces, este argumento me resulta una autentica compulsión. De hecho en «Sobre la Divina Providencia», Seneca comenta así:
El fuego apura el oro, y la calamidad a los varones fuertes. Mira el altura a donde ha de subir la virtud, y conocerás que no se llega por caminos llanos.- Séneca, Sobre la Divina Providencia, Capítulo V
Volviendo al tema, también Epicteto, no ve la providencia estoica ante las dificultades del a vida, como un aspecto consolatorio; acepta esas dificultades como un reto al margen de la providencia; las dificultades que aparecen en la vida, siempre suponen un nuevo reto para perfeccionar alguna de las Virtudes.
Dejando al margen estas como forma de «enfrentar» las vicisitudes de la vida, y el encaje de la providencia en las mismas, la importancia va más alla en dos aspectos:
Al margen del aspecto consolativo, según uno de los principios básicos de la psicología cognitiva-conductual se plantea la siguiente hipótesis
El comportamiento nace en base a la visión sobre nosotros mismos y el mundo, y nuestras dificultades psicológicas y molestias derivan de esta visión y una percepción (mal interpretada) de los eventos externos
Recuerdo hace varios años cuando escribía acerca de la Realidad Sesgada, justamente en esencia se trata en base al ensayo y el error a traves de mi conocimiento + mi experiencia haber llegado a la misma conclusión. El problema como vengo diciendo desde hace bastante tiempo atrás, es que todas estas reflexiones y conclusiones no sirven para absolutamente nada, si no hay una forma de práctica respaldándolo. En gran medida, el estoicismo trata justamente de esto: A cada pensamiento furtivo tratar de plantear una práctica cognitiva (lo que llaman meditaciones en cualquiera de sus formas) o conductual (haciendo algo específico), que para mi en ambos casos se considera conductual, dado que en esencia es ejecutar algo voluntariamente.
Pero, ¿llevas pesadamente acaso la parte que de la totalidad te fue asignada? Ten presente la alternativa: Tanto si lo dirige la Providencia, como si lo dirige el concurso fortuito de los átomos, recuerda las pruebas por las cuales demuestra que el mundo es como una ciudad.- Marco Aurelio, Meditaciones, Libro IV-3
Finalmente, y en segundo lugar, como comentaba en la cita estoica del día, este es el aspecto por el cual la providencia estoica, se presenta como parte importante de la disciplina; más concretamente como comentaba antes, a traves de la ejecución de la práctica del Recordatorio de Impermanencia.
Al contrario que otras filosofías, el simple hecho de saber que nada esta bajo nuestro control, y que hagamos lo que hagamos esta predestinado por el determinismo o la providencia en el estoicismo no simboliza fatalismo o resignarse ante el hecho. Al contrario: como decía Zenón de Citio, en alguno de los fragmentos que se conservan, como puede leerse en el Stoicorum Veterum Fragmenta, «La vida es como un carro con una cuerda tirando de un perro, y nosotros somos el perro atado a la cuerda que va tirando ese carro». La cuerda es larga, y permite un margen de movimiento. Podemos disfrutar de la vida, siempre y cuando aceptemos los límites de la longitud de dicha cuerda. La propia cuerda es el indicador de cuando nos hemos sobrepasado, porque nos hará caer al suelo y arrastrará dolorosamente. Pero siguiendo al carro (el determinismo) podemos disfrutar de todos de los detalles que se nos presentan por el camino.
Para terminar quiero hacer una breve reseña, menos importantes que las anteriores dos, acerca de un componente que también se encuentra medido dentro de la providencia estoica: La conflagración Universal. Zenón de Citio planteaba que el Big Bang fue una Conflagración Universal, esto es, una explosión de fuego que acabo con todo y volvió a recrearlo de nuevo.
Según Zenón, esto pasa regularmente. Es como un ciclo. Pero claro hay una peculiaridad si entendemos a fondo el Determinismo Estoico siguiendo la siguiente lógica:
Si se supone que el Universo siempre obra de la mejor forma posible, por tanto, no hay otra mejor forma posible, siempre se sucederá de la misma manera
En este caso, esto implica que siempre va a pasar lo mismo para siempre. Todos volveremos a renacer en un futuro y a vivir exactamente la misma vida, infinitas veces.
Por ello existiría una figura práctica en este aspecto: Si tenemos cierto grado de control en el momento presente (la cuerda y el perro), pero realmente estamos haciendo lo mismo que hicimos en la anterior conflagración universal, ¿no convendría aprovechar para empezar a hacer lo mejor que podamos desde este momento presente para que en la próxima nuestra vida sea gloriosa y virtuosa según hemos decidido ahora?.
Mayor motivación que esta, ¡ninguna! Muy superior al Carpe Diem «solo se vive una vez». Se vive muchas veces, pero no querremos vivir muchas veces penosamente, ¿cierto?
Eso si, siempre y cuando nos convenza que la Conflagración Universal tiene sentido, porque realmente esta es una hipótesis que escapa a toda comprensión…pero esta ya es otra historia.
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