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Estoicismo – Meditaciones Estoicas 20 siglos después.

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Los cínicos y su ilustre existencia [DIA 51]

Siguiendo en la línea del mensaje publicado hace un par de días acerca de los cínicos, creo que debo seguir dando la oportunidad de profundizar en esta doctrina, especialmente porque conforme más voy leyendo más voy descubriendo aspectos que contrarían y facilitan la comprensión del Estoicismo en su máximo exponente

Una nota especial: Este mensaje, al contrario de los publicados anteriormente, tiene un componente meditativo y reflexivo bastante alto, y subjetivo en exceso. Esto es importante porque aunque personalmente me sirve para trazar mi camino, soy consciente que para un tercero lector, pueda resultar farragoso, confuso y contrariante. Es por ello que ahora insto a que se lea a riesgo de ser conscientes de este aviso.

La cita Estoica del día

Todo se lleva a su fin según ordena la naturaleza universal. Y no según otra naturaleza que exteriormente contenga el mundo, o esté dentro de él contenida, o se halle fuera de él, independientemente. – Marco Aurelio, Libro VI.9

Los Estoicos y los Cínicos compartieron una cosa: La importancia de vivir de acorde a las ordenanzas de la Naturaleza. Es muy curioso porque como veíamos ayer, en gran medida, los Estoicos estimaban, que existía una especie de Predisposición Innata a la Virtud, mientras que los Cínicos simplemente invitaban a decir, que viviendo de acorde a la Naturaleza (en su máximo esplendor, es decir, como vivían algunos de ellos, como perros), se hallaba la Virtud de manera natural.

Ojo porque la Virtud queda vista, sobre la congruencia con respecto a las ideas, no tanto como el hacer el bien en si, sino en apreciar el Supremo Bien (que es individual de cada uno).

Pero en cualquier medida, y según plantea en esta cita Marco Aurelio, en otra cita hablando de la Divina Providencia, no deja de recordarse a si mismo, que todo va en una dirección. En gran medida, sirva para facilitar el camino, o para aliviarlo. O simplemente para marcarlo. Aparentemente parece como que todos, se dejaron llevar. Generalmente dudo que realmente alguno lo hiciera tal cual. Me resulta que no es tan fácil como dejarse llevar e ir ejecutando tal como vienen las cosas de frente, a priori como la Naturaleza los presenta… ¿o sí?

Experiencias del día

Llevo una buena racha de ejecución de la práctica estoica más superficial, Visualizaciones, Meditaciones, e incluso algunos aspectos de la Renuncia ya he empezado a llevarlos a cabo. Pero como digo, todo de manera muy superficial.

Y digo superficial porque aquí sucede lo siguiente. Supongamos que renuncio a estar abrigado ahora en época de invierno para protegerme integralmente del frío, en cambio, pasar algo de frío como parte de la Renuncia. El frío es molesto, para el cuerpo y por tanto genera un rechazo (rechazado indiferente). Pero al ser indiferente, y ser externo, no se puede asentir.

Al alcanzar el nivel de sabio estoico, se sabe como no asentir perfectamente a las impresiones de algo externo y más si van asociadas a un juicio de valor como comentaba hace poco. Es por ello, que se ejercita la disciplina del asentimiento, la disciplina del deseo y en gran medida la disciplina de la acción, todo a traves de esa Renuncia Voluntaria. La primera impresión (propathos) sería de «Que frio hace que malestar» con el consecuente malestar mental, pero acto seguido, quizá en milisegundos, la falta de asentimiento, provocará que esa pasión nacida de la reacción instintiva no transcienda a una emoción de dolor (lupe), el vicio de la molestia o pesadumbre mayores.

Pero el frío sigue ahí, y la reacción instintiva seguirá volviendo cuando dirijamos la consciencia hacia el frío. Aquí se entiende la habilidad de ejercer la «Virtud» de la Templanza, dejando de asentir ante la búsqueda de placer (búsqueda de abrigo para aliviar el dolor), y en consecuencia, Virtud del Coraje por conservarse en la posición, y de la Prudencia de tomar la decisión de continuar adelante; si estamos trabajando en algo, seguir trabajando en ello al margen del frío.

Como puede verse la dificultad es inmensa, y las primeras aproximaciones para mi, resultan poco aceptables (quitarse algo de abrigo para tener un poco de frío, pero no suficiente frío como para que resulte una molestia catalogable como vicio por falta de asentimiento).

Es un tema muy complejo, y como digo, creo que el Estoicismo no es capaz de abarcar apropiadamente esto por si solo. Solo Musonio Rufo y Epicteto dieron un golpe de efecto para intentar remediarlo. Y para ello pusieron la vista en el Cinismo; en gran medida esto es lo que me planteo hacer yo ahora en consecuencia, poco a poco a lo largo de las próximas semanas.

Meditación del Día: Trazando un breve esquema de los cínicos y su actitud, más relevantes.

Recordando la historia de los primeros estoicos, Zenón, escribió su primer libro llamado «La República» un poco en contraprestación o respuesta a la popular República de Platón. De hecho recientemente en cierto foro de discusión se comentaba que Zenón sugería abolir las cortes; tema que justamente según Diogenes Laercio, trataba en este libro. En dicho mensaje del foro en cuestión, la mayoría de las personas, se sumaron a la idea en pleno desconcierto, principalmente sacársticamente o argumentando dicho hecho de manera excusable o compasiva.

Pero nada más lejos de la realidad, la situación de Zenón de Citio era otra. Zenón era en primer lugar cínico y en segundo lugar, nuevo estoico y no al revés, pese a que presentara «la República» como el primer libro de índole estoica. Para cuando lo escribió, no existia ni un 50% de la filosofía tal como nos es presenta en la actualidad. Los cínicos se caracterizaron por muchas cosas, pero la principal y exclusiva fue la búsqueda de libertad en todos los sentidos. Y evidentemente, organismos políticos como las cortes eran privativos de las mismas. De hecho el movimiento Anarquista tal y como lo conocemos ahora, forma parte de la conceptualización formal del planteamiento Cínico. Y me resulta curioso cuanto de fácil resulta ver una «A» de Anarquismo en una página relativa al Cinismo. Estrecha relación entre ambas.

Se dieron diferentes personajes, con diferentes personalidades a lo largo de la època clásica del cinismo. La representación de la búsqueda o al menos ejemplo de libertad se observó con diferentes facetas. Todas tuvieron un punto en común, pero a su misma vez representaron ciertas ideologías subyacentes diferentes. Y esto es quizá lo que me está dificultando en gran medida entender la Virtud y más aun, la moral del cinismo. Debo comentar, que próximamente llega a mis manos La Secta Del Perro. Vidas De Los Filósofos Cínicos de Carlos García Gual; que espero me de una visión mas completa, que las pinceladas que en la actualidad dispongo acerca de los mismos.

La Actitud de los Cínicos ante la Sociedad

Es bien sabido que la imagen que proyectamos de los cínicos, aun teniendo nociones relativamente avanzadas acerca de las filosofías helenistas, es una. Personas despreocupadas, en cierto grado ofensivas con la sociedad, incluso burlescas. Vienen a la mente imágenes del tipo: Hacer sus necesidades en cualquier parte delante de cualquiera, hablar a favor de cualquier tipo de tema controvertido, transgredir la normativa cívica, etc…. En gran medida como actos de protesta deliberados ante las costumbres. Pero también es cierto que esta no era actitud de todos los cínicos. Y además fueron magnificadas por una figura un tanto excéntrica para el momento: Diogenes de Sinope, el showman de los cínicos. Entre otra de sus aventuras destaca:

Viendo que uno muy imprudente acordaba un salterio, le dijo: ¡No tienes vergüenza de que acordando los sones a un madero, no concuerdas tu ánimo con la vida! A uno que decía que era inepto para la Filosofía, le dijo: Pues ¿por qué vives, si no piensas en vivir bien?. – Diogenes Laercio, Vida de los filósofos más Ilustres, Libro VI, Diógenes. 32

Como comentaba el otro día en la biografía que expuse de Crates de Tebas, en su caso, se daba una «actuación» completamente inversa; apreciaba a la gente y los trataba bien a todos por igual. No hacia distinciones y en gran medida fue un filántropo sin recurso algo. Principalmente porque aun siendo una persona en su origen muy adinerada, dio toda su riqueza par vivir en la más absoluta pobreza. Tal pobreza, que murió como un perro en medio de la calle. Y vivió así también. Poco podría diferenciarse en sus costumbres con un perro, salvo un poder que otorgaba y marcaba su diferencia. Su uso de la razón. Fue maestro de muchos, inclusive Zenón de Citio, por lo que este personaje, suele generar bastante aprecio entre los Estoicos.

Sus estilos de vida fueron excesivamente duros bajo mi punto de vista. Y tampoco soy capaz de encajarlos en una sociedad como la actual, donde ni siquiera el gran uso de la razón sea un valor altamente apreciable; ya que existe tanta gente con un uso de razón excepcional en cualquier esfera y situación de la vida, que gran medida el medio de costumbre o actuación creo que no demarcaría en nada ningun cambio inspirador, como pretendió Diogenes de manera revulsiva en su momento. ¿Es posible que alguien en equivalencia a Diogenes o a Crates en la actualidad hubiera sido punto de referencia por su sabiduría y maestría?. No me queda nada claro. Quizá uno pueda pensar en estas religiones o filosofías «de retiro» a la que van algunos discípulos al aprendizaje. Pero no me queda tan claro la equivalencia con el cinismo cuyo modo de expresión se daba a pie de calle, como un mendigo en medio de la sociedad.

También es cierto, que aunque para Diogenes, parecía que pretendía provocar un cambio social, para Crates, fue un cambio más introspectivo, y el social se daba por sentado. En gran medida me recuerda al Marco Aurelio de los cínicos. Mientras que Diogenes parece más el Epicteto equivalente a los estoicos.

Volviendo a la filosofía de los Cínicos: La Askesis.

La Askesis es una palabra que espero nombrar incontables veces, porque es la madre de todo. De hecho diría que en gran medida es la madre del Empirismo estoico también que comentaba ayer. La Askesis como ya comenté, habla del entrenamiento. La necesidad de entrenarse diariamente para poder afrontar los retos de la vida. Siendo los retos la motivación, el entrenamiento sería la vía de empuje hacia el camino. De hecho es curioso observar en los Cínicos, que su Ídolo e inspiración fue justamente Hercules que en gran medida representa esto.

La Askesis de los cínicos, se representaba en todas sus medidas, como práctica de la disciplina del deseo pero de manera más «física», y expuesta a la realidad. Sin imaginaciones ni meditaciones como los estoicos. Uno de los aspectos importantes era cultivar el cuerpo en el gimnasio por una razón: Soportar las inclemencias del tiempo. No era una cuestión de competir ni de lucir. Era pura necesidad ancestral.

Pero los cínicos también pasaban por otro tipo de pruebas auto-impuestas. Por citar algunas, en el caso de Crates de Tebas:

En verano llevaba ropa burda, y delgada en invierno, para tomar liciones de templanza. – Diogenes Laercio, Vida de los filósofos más Ilustres, Libro VI, Crates. 2

Igualmente el caso de Diogenes de Sinope mucho más destacable y que ya comente el otro día:

Caminaba descalzo sobre la nieve y demás cosas que dijimos antes. Probó también a comer carne cruda, pero no pudo digerirla – Diogenes Laercio, Vida de los filósofos más Ilustres, Libro VI, Diogenes. 9

O el caso de Antístenes, forja la Virtud a traves de la Askesis:

Que la virtud es acerca de las operaciones, y no necesita de muchas palabras ni de las disciplinas. Que el sabio se basta a sí mismo. Que todas las cosas propias son también ajenas. Que la falta de celebridad es un bien e igual al trabajo. Que el sabio no ha de vivir según las leyes puestas, sino según la virtud. – Diogenes Laercio, Vida de los filósofos más Ilustres, Libro VI, Antístenes. 7

Los cínicos y sus figuras más referentes: Un tema complejo

Como ya decía, aun sacando algunas frases de «fuentes cercanas» (o al menos cercanas en el tiempo) es todavía muy prematuro ir tejiendo la red del cinismo. Y también hay gran escasez de información. Aquí puedo observar tres personalidades completamente diferentes:

Antístenes

Por un lado Antístenes: Parece una figura muy parecida a Zenón pero en cuanto al Cinismo se refiere. Establece las bases de la filosofía, tiene algunas iniciativas al respecto, es muy elocuente y parece que atraer a seguidores a la doctrina se le da bien. Pero igual tiene todavía algunas contradicciones en su elaboración con respecto a la doctrina. Sentó algunos aspectos característicos de la filosofía como el caso de portar el mínimo imprescindible en su vida:

Fue el primero, según Diocles, que duplicó el palio, sin llevar otra ropa, y que tomó báculo y zurrón. – Diogenes Laercio, Vida de los filósofos más Ilustres, Libro VI, Antístenes. 8

Diogenes de Sinope

Un transgresor de las normas, vivía y actuaba de acorde a su filosofía, y fue altamente apreciado por su sabiduría. Con lo cual, no puede ser tachado de locura haber acometido lo que acometió, pero si supone un reto para la mayoría a los que se presenta su figura como respuesta filosófica para alcanzar cierto grado de Tranquilidad de Ánimo o Eudaimonia por el nivel de excentricismo de su acción.

Quizá y aun así, el lado más desagradable de Diogenes de Sinope fue su actitud ante las personas. Pese a que el pretendía romper el status quo, desdeñando a las personas y sus costumbres; en cierta medida, digamos que «pecaba» de desprecio hacia la humanidad. De manera suave podríamos llamarle simplemente intolerante. Creo que su enfoque o al menos como trató de gestionar esa «apuesta de cambio», fue completamente burda. Bajo mi visión presente, no se puede ser cínico y al mismo tiempo trata de gestionar un cambio. Dado que por naturaleza, el cambio en si no requiere ser generado, sino que simplemente se da a través del ejemplo, y especialmente considerando que es un preferido indiferente en gran medida.

Crates de Tebas

Por lo que vengo leyendo, el único verdadero Cínico destacable tanto en sus enseñanzas como en sus costumbres integrales. Al igual que Diógenes de Sinope Practicó la Renuncia Voluntaria en su máximo exponente renunciando a sus copiosos bienes. Renuncio a la humanidad, pero no por ello, la desprecio ni se alejó; es más la acogió bajo su «lecho» (que era más bien poco). No era una renuncia repulsiva, sino una renuncia emocional. Un enfoque completamente distante al de Diogenes de Sinope, que fue su maestro. Crates reprobó ampliamente las prácticas de su maestro, por haber sido generalmente deleznables.

La diferencia entre Crates y Diogenes vista desde una perspectiva Estoica, se encontraba en el apartado de la Oikeiosis, o moral humanitaria. Diogenes consideraba que la gente estaba corrompida por sus creencias y debían cambiar de golpe, mientras que Crates consideraba que la gente eran sus congéneres, y debía tratarlas de acorde, al igual que otros animales hacen lo suyo con su respectiva especie. Y en ambos casos, hay que reconocer, que practicando en su máxima esencia la Askesis; que es evidentemente es lo más elogiable para ambos, y en cambio, no tan reseñable aunque si existente, en el caso de Antístenes.

Es por esto, que si observamos las tres figuras más ilustres, todas son tan dispares; ¿es posible que realmente no existiera un tratado/trazado moral en cuanto a la filosofía cínica se refiere?

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