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Estoicismo – Meditaciones Estoicas 20 siglos después.

Meditaciones

El coraje y la fortaleza: Misma virtud, dos variantes [DIA 24]

Ya venía anunciando días atrás que dadas las dificultades de encontrar información acerca de las Virtudes, me fue necesario tener que recurrir a un texto, que personalmente no es de mi preferido indiferente, pero en cierto sentido un poco por resignación, he llegado a pensar que es lo que hay, y lo mejor que hay. En este punto tocaba leer acerca de la tercera virtud: El coraje. Pero por alguna razón, Tomás de Aquino le llama Fortaleza, cuando más o menos quieren significar lo mismo.

En la meditación del día de hoy, he intentado ver si saco algo en claro de lo que he podido interpretar, porque desde luego, aunque no se reconozca expresamente en el libro, creo definitivamente que la Fortaleza (o el coraje), es la Virtud preferida del Cristianismo de Tomás por diversas razones.

La cita Estoica del día

Cuanto menos merecemos buena Fortuna, más la esperamos.- Séneca

No tengo completa certeza, dado que carezco del contexto de la Cita. Si tengo claro, que aquí la Fortuna hace referencia a la buena suerte, no a la Buena Suerte. En cierto, sentido para diferenciar ambas, se suele hacer referencia a cuanto nos hemos esforzado por conseguir alcanzar nuestros objetivos. El ejemplo clásico: Si no siembras semillas de árbol en un terreno baldío, es improbable que tengas sombra. Años después, cuando esperes esa sombra, ¿la mereces?.

Aquí se junta una serie de contrariantes Estoicos: Las expectativas, el deseo y la necesidad de disponer de Preferidos Indiferentes. De alguna forma Séneca parece que quiere decir: «Cuanto menos Estoico seas, menos mereces». No tiene absolutamente nada que ver, el merecimiento con el Estoicismo, ni nada relevante a la Virtud o semejantes, por eso no tengo completa certeza de su cometido. Pero indagando en Google, se ve que la cita es «famosilla», y personalmente no me ha parecido de aquellas que expresan el Estoicismo es un clara esencia.  Lo mismo dentro de contexto tiene mayor sentido. Seguiré investigando acerca de esta cita, que me ha dejado algo de duda. Como siempre cualquier opinión en los comentarios al respecto, será bienvenido.

Experiencia del Día

Día poco fructuoso, sin cumplir con mis «obligaciones» de práctica Estoica, muchas dudas abiertas en el frente similares a días atrás, y definitivamente me he parado a meditar porque estoy «descarriando» de esta forma. No pensaba que el ejercicio Estoico iba a ser tan duro; falsas expectativas, parece que no había leído a Marco Aurelio lo suficiente.

Si es cierto que en pequeña medida, creo que ya estoy corrigiendo un poco la pauta de la Meditación Estoica, escrita sobre todo, bastante desbordada; aunque también es cierto que como no encuentro conclusiones reveladoras tampoco tengo ese ímpetu por ponerlas por escrito.

Meditación del Día: ¿Hablar de «El Coraje», o de «La Fortaleza»?

Según el Estoicismo se habla de 4 virtudes, Prudencia, Templanza, Justicia… y Coraje. Pero en la Suma Teológica se introduce el concepto de Fortaleza. Realmente las cuatro virtudes cardinales son esas, por eso más bien la duda esta en ¿por qué el estoicismo introdujo la palabra coraje en vez de la Fortaleza de Platón?

Al margen de estos pequeños detalles, voy a hacer una breve introducción acerca de la Fortaleza y como enfocarla:

En primera instancia, se plantea la Fortaleza, como Virtud ante la Debilidad Moral, y la Molicie; no conocía esta palabra del castellano, pero literalmente viene a significar lo mismo que «vivir en la zona de confort», lo cual me parece genial que exista una palabra específicamente para designar ese estado; me propongo usarla más a menudo.

La fortaleza también se enfoca como la Virtud que permite aplacar la ira, y la desesperación, y sirve para obrar con recta razón. De alguna manera como decir que la Virtud es la mano ejecutora de las Virtudes.

Y por eso de ahí sale el principal acto, según Tomás de Aquino, fruto de la Fortaleza: «El Martirio». El acto más perfecto de la Virtud; y visto lo visto, de ahí se engrandecieron a todos esos mártires como ejecutores de dicha Virtud. Pero realmente, esto quizá es lo que en gran medida se diferencia aun teniendo grandes semejanzas con el Estoicismo.

Ejercitando el Coraje con ¿el Martirio?

El Coraje surge como Virtud para aguantar diversas pasiones, pero principalmente aquellas nacidas del Miedo y del Afecto/Apetito. Pero al igual que la prudencia, la Virtud del Coraje es algo que se aprende, se mejora y se alcanza, a través de la práctica. Y en este sentido si es cierto que en el «martirio» se encuentra la «forma»; el coraje se funda justamente en la dificultad, en la adversidad. ¿Que ocurre cuando en nuestra vida diaria no tenemos, de manera regular, un «Punching Ball» para practicar esta Virtud?

Es cierto que la vida nos va dando revés cada dos por tres y es fácil encontrar tarde o temprano ese momento. Pero también la vida nos sume en la más absoluta molicie. En gran medida podemos llegar a vivir fuera de sobresaltos si no lo proponemos casi; al menos durante largos periodos de tiempo. Pero la práctica se funda de manera organizada, diaria y continuada. ¿Cómo podemos ejercer entonces?

La respuesta la tenemos desde el día 1: A través de la Renuncia Voluntaria. Si queremos ejercitar todas las Virtudes tenemos que saber que prácticas son las más adecuadas. Y en este caso, sin lugar a dudas estamos hablando de esta práctica tan fundamental y repetida a lo largo de estos días de meditaciones.

Que es Fortaleza y que no

La gran diferencia que existe entre la virtud Cardinal de la Fortaleza, y la virtud Estoica del Coraje, bajo mi punto de vista, es la cercanía que existe en el primer caso, con una «subvirtud» subyacente: La Magnanimidad. Según la Suma teológica, se trata de «La Virtud moral que modera las pasiones de esperanza y desesperación del apetito irascible, respecto de las obras dignas de gran honor y de las grandes contrariedades, conforme al dictamen de la recta razón«. Realmente desde el Estoicismo, esto es una definición de coraje. Por tanto en gran medida es como si realmente la Magnanimidad la ponen al mismo nivel que la Fortaleza, como co-virtudes esenciales

Como gran referente del referente Magnánimo, Tomás de Aquino hace referencia a Rodrigo Díaz de Vivar de la siguiente manera:

Posee un alma verdaderamente grande. Por eso no se llena con las bagatelas humanas. No es interesado, sino dadivoso; no es vengativo, sino clemente; envidioso tampoco, sino caritativo; no hablador, sino más bien taciturno, aunque afable; precipitado no, sino calmoso y ordenado, no melancólico, sino discretamente alegre. No se queja de nada ni de nadie. Es todo un caballero, como pudiera serlo el Cid Campeador

En gran medida, me hacía falta repasar un poco este tema, y quiero volver a ello pronto, dado que realmente una de las Virtudes que más solemos adolecer en entornos donde predomina la molicie es claramente el Coraje, o la Fortaleza. Creo que ese salto de simplemente salir ahí fuera y exponerse al riesgo, pero sin ser audaz; porque la audacia tampoco es una virtud, donde la confusión con un coraje enfermo choca contra la prudencia de bruces.

Ciertamente, observo claramente difícil estar «pesando» todas las acciones para ver si no entramos en pasión, en vicio, o si realmente hablamos de Virtud.

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