Después de sobrevolar toda la información relativa al estoicismo medio, ahora toca entrar en la última fase más destacada de esta filosofía clásica; el estoicismo romano. Desde el momento que Cicerón llegó a las manos de Posidonio, hasta los últimos estoicos, dada la decadencia acontecida, por numerosas presiones de los respectivos Emperadores Romanos; entre los que se encontraron figuras conocidas como Epicteto.
¿Es amargo el pepino? Échalo. ¿Hay zarzas en el camino? Desvíate. Eso basta. No prosigas diciendo: ¿Por qué se hicieron estas cosas en el mundo? De otra manera se reirían el carpintero o el zapatero si les reprocharas porque ves en sus talleres aserraduras y retazos de las materias que trabajan, aunque tienen adonde arrojarlos. Pero la naturaleza del universo de nada dispone fuera de sí; y lo más admirable de su arte consiste en que, no saliéndose de sus límites, resuelve en sí misma todo lo que ella parece gastarse, envejecer, hacerse inútil, transformándolo, y crea luego con estos residuos otras cosas nuevas; y sin ello sin valerse de materiales extraños y sin necesitar de sitio adonde echar los desperdicios. Por ello se halla satisfecha con su propio lugar, con su misma materia y con su peculiar industria. – Marco Aurelio, Meditaciones, Libro VIII-50
Otra cita que recuerda el aspecto quizá más panteísta del Estoicismo: En cierto sentido, Marco Aurelio se centra en gran parte de su obra en este aspecto; comenta sobre el ¿que más dará sobre como son las cosas si tienen que ser así?. Formula el hecho que la Naturaleza por si sola se mueve sola sin intervención, y se restablece; no hace falta cuestionársela, forma parte y explica la Dicotomía del Control, es perfecta por si sola. Y entender esto sirve para centrarse en lo verdaderamente importante; el juicio de nosotros mismos, la posibilidad de ejercer la recta razón; la posibilidad de ejercer la Virtud.
En cierta medida a veces pienso, que quizá un mes entero de Marco Aurelio va a ser excesivamente repetitivo, dado que Marco Aurelio fue de esos autores que se centró en 3 o 4 temáticas del estoicismo hasta la saciedad. Quizá en los próximos días meta alguna cita también más autores del estoicismo romano, como Epicteto en las Disertaciones de Arriano; o Pláticas, que es la versión que adquirí más recientemente.
Volviendo un poco a la rutina después de pasar unos días en un aislamiento temporal, como comente recientemente; justamente por mi cabeza se han pasado esa clase de argumentos «excusistas» que comentaba. Ahora relacionándome como parte de esa rutina, vuelvo a caer en los mismos errores, principalmente falta de Virtud por todas partes.
Hoy meditaba sobre un tema: dicen que hay dos tipos de personas; los extrovertidos y los introvertidos. Pero no en términos de como se relacionan. Sino en términos de como el relacionarse les afecta en su día a día. Al parecer a los extrovertidos de este tipo, relacionarse, les recarga las pilas. En cambio a los introvertidos se las agota. Si yo tuviera que ubicarme en un tipo, tengo claro cual sería: Introvertido. A mi relacionarme con gente me deja por tierra mis energías. La verdad que los estoicos no perdían el tiempo en estas reflexiones tan futiles.
A veces leyendo a los estoicos, pienso que eran verdaderos corredores de fondo de la vida; eran completamente incansables, y podía estar ahí dándolo todo; ejecutando la virtud, de la mañana a la noche. Yo cuando estoy cansado soy de todo menos virtuoso. Y pese a que los Estoicos insistían en que la disciplina de la acción se ejecutaba a través de la relación con la humanidad, a mi esa relación me merma la vida. Pequeños detalles que escapan a la comprensión estoica. Meditaré más a fondo sobre ello en estos días.
Como comentaba en el día de ayer, Cicerón fue a conocer la doctrina estoica a traves de Posidonio. Pese a que Diogenes de Babilonia ya había introducido el estoicismo tiempo atrás, ese fue quizá el punto de ruptura entre la época griega del estoicismo, y la entrada del estoicismo romano.
Aunque Cicerón escribiera ámpliamente sobre temas estoicos los cuales me gustaría profundizar más adelante; la primera figura más relevante con diferencia fue Séneca.
Séneca suele ser quizá el primer autor por el que todo iniciado al Estoicismo siempre entra. Quizá este no sea el caso de personas que entran a traves de textos del Estoicismo Moderno, como el Ego es el Enemigo, de Ryan Holiday. Son adaptaciones de las éticas Estoicas poco relevantes en el estudio que se clasifican mejor en el ámbito de la auto-ayuda, que en la meditación profunda de la filosofía. A nivel académico, o a traves de otras obras más abstractas sobre aspectos interesantes de la vida, como Antifrágil de Nassim Nicholas Taleb, si que se hace más incidencia en la relevancia de esta figura.
Séneca tiene dos vertientes. La del autor que ha traído obras originales y ha resultado ser una de las claves para el entendimiento del Estoicismo romano más allá de referencias de terceros no estoicos; como Diogenes Laercio, Plutarco o Ioannes Stobaeus; razón por la cual ha de ser más que apreciado. Y por otro lado, un autor controvertido por hipócrita, por haber predicado con un estilo de vida que no seguía en absoluto. Además, al no tener el rigor «técnico» en sus obras, como antepasados tipo Aristóteles, se ha tachado de tampoco ser considerado un erudito. Yo tampoco soy muy «fan» de la obra de Séneca, pero desde que he empezado la lectura de las Epístolas Morales a Lucilio, mi perspectiva ha cambiado significativamente.
Creo que es un autor más que relevante en el estoicismo, y de lectura obligatoria. No todos los estoicos deben ser ejemplos estoicos. De hecho para mi, el mayor ejemplo Estoico, ni siquiera fue reconocido como estoico, fue Catón el Viejo, o también llamado Catón el Censor. Por ello, con el tiempo hay que aprender a diferenciar entre escritores estoicos y ejemplos estoicos. Aunque reconozco que a veces sea difícil, principalmente porque en la actualidad, cualquiera escribe un libro sobre una temática y se hace famoso por ello; aún siendo diagonalmente opuesto a nivel de vida, y sacando beneficios económicos por su trabajo, algo cuanto menos virtuoso. Esto en la antigüedad no ocurría, dado que casos como Séneca, que realmente era político, realmente no sacaban beneficios de sus obras, sino de otras actividades al margen de sus escritos.
Curiosamente, Séneca tenía un esclavo llamado Cornuto, y fue también un relevante filósofo en el estoicismo romano con el tiempo. Al igual que pasaba con Catón el Viejo, los estoicos en su perspectiva humanista, fueron reconocidos por dar un trato especial a sus esclavos; y algunos incluso, no reconocían la figura del esclavo como tal, al margen que estando a sus servicios, gozaban del privilegio de ser tratados como (casi) iguales por sus «dueños»; considerando que eso era una costumbre grabada en fuego en las mentes del momento, se podría considerar innovador.
Con Musonio, parece que el Estoicismo romano volvió a resurgir como Escuela. Al margen que Cicerón y Séneca escribieran al respecto, no enseñaban a discípulos como era el caso de sus antecesores. Con ello se plantea que Musonio fue el tercer fundador de la escuela Estoica, al margen que luego Epicteto, uno de sus alumnos, diera continuidad a la misma, y fuera quizá mucho más relevante que el mismo. Ni Musonio ni Epicteto, escribieron nada. Eran del estilo de Sócrates. Lo que disponemos actualmente de Epicteto, principalmente las Disertaciones (Discursos) y el Enquiridión, fueron gracias a uno de sus discípulos: Arriano
Epicteto desarrolló sobre todo la teoría de la dicotomía del control; solo nuestra opinión, nuestras decisiones, nuestras acciones y nuestros juicios están bajo nuestro control. El resto no esta en nuestro control y por ello no puede condicionar nuestra felicidad. ¿Por qué no esta en nuestro control? Porque hay que entender el tema del Determinismo Estoico. Esto se ha hablado incontables veces en esta página; pero como siempre digo, nunca esta de más repetir y repetir incesantes veces.
Un dato curioso, quizá el más curioso sobre Epiecto, es que en su nacimiento, era esclavo. Siendo esclavo se le permitía ir a ver a Musonio en sus disertaciones. Solo comentar, que es posible que la liberación de Epicteto fuera gracias al mismo, dado que se convirtió en una figura importante para él. Ambos tarde o temprano tuvieron que abandonar Roma dado que los emperadores nacientes no estaban muy orgullosos de los filósofos del lugar, como fue el caso de Nerón con Musonio (y quien ordenó morir a Séneca) y Dominiciano. Poco después, con Trajano, la cosa se restituiría no por mucho tiempo, hasta la muerte de Marco Aurelio que ya fue la decadencia absoluta de la filosofía helenística, hasta la entrada dominante del Cristianismo dos siglos después.
Hablando del rey de roma (nunca mejor dicho), este emperador; último de la dinastía de los 5 mejores emperadores del Imperio Romano, fue considerado un filosofo del estoicismo romano a tiempo parcial. Es quizá uno de los estoicos mejor valorados por la comunidad por un simple hecho; hizo un esfuerzo importante de vivir de acorde a la Virtud, y así lo expreso en su obra: Meditaciones. De hecho Meditaciones, fue una especie de diario para si mismo; el cual a pesar que podría tener repercusiones a futuro, realmente iba dirigido en la práctica del Recordatorio de Refuerzo y la Re-Escritura por compromiso, para reforzar sus prácticas Estoicas en el día a día.
A mi personalmente, me gusta bastante como Estoico; aunque fuera poco riguroso en su obra, creo que integra incluso, aspectos de sus antepasados y de los primeros Estoicos. No estoy seguro, porque todavía no he diseminado las obras de todos lo Estoicos con suficiencia; de lo que he leído hasta la fecha, fue el primero en recordar de forma indirecta, el hecho de la existencia de la conflagración universal (Meditaciones, Libro XII-24). Así que en este sentido, trata la providencia y el trabajo de la práctica de la Virtud a partes iguales.
Creo que la lectura de Meditaciones como un libro ordinario es un error y de hecho es un aburrimiento, porque se repite y repite hasta la saciedad. Lo correcto, es leer 3 o 4 apartados al día. De manera salteada o seguida. Hay que recordar que no es una historia, ni un manual didáctico. Era un poco como esta página pero aplicada en el momento; reflexiones furtivas sobre una filosofía que le llamo la atención y aplicó en su práctica como la figura más relevante de su época: el emperador del imperio. Esta página tampoco tiene sentido leérsela entera de seguido porque me repito hasta la saciedad y aunque voy sacando temas nuevos, el objetivo (al igual que Meditaciones), no es de ilustrar, sino de recordar, afianzar conceptos y comprometerme con ellos.
Y aquí acaba la cosa. El Estoicismo romano se completa con dos autores menos relevantes: Hierocles y Cleómedes. Concretamente del primero, he hablado incontables veces, dado que incide bastante en el apartado de la Oikeiois. En el segundo ya no tan conocido es de los pocos que vuelve a sacar a la palestra el tema de la Física Estoica, de hecho su trabajo sobre Astronomía (Caelestia traducción, El Cielo o The Heavens) deja en claridad, el hecho que los estoicos no eran apasionados de las creencias mitológicas, sino que se adentraron en el descubrimiento científico, como también fue el caso de Posidonio, pero dándoles una postura transcendental alineada con el concepto del Logos; como el caso del Éter que ya comentamos.
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Sobre Marco Aurelio creo que es de lectura obligada el libro de Pierre Hadot "La Ciudadela interior". Estaba medio agotado en castellano pero consegui un ejemplar casi de milagro buscando por Internet.
Ah! Conviene no olvidar a Catón el Joven. En inglés hay una biografia novelada que tiene buena pinta aunque no he leido "Rome's last citizen".
Dediqué una entrada al mismo en mi blog: https://estoicismohoy.wordpress.com/2016/09/16/lecciones-de-un-hombre-hecho-a-si-mismo-caton-el-joven/
Buen provecho!
Efectivamente tengo ahí pendiente la lectura de la Ciudadela Interior en su versión inglesa The Inner Citadel por unos 30 euros en la lista de deseos de Amazon por si acaso cae a futuro; estos de Amazon hacen Hedonista hasta la lectura Estoica :-) También tengo una versión en formato digital para Kindle, pero tengo todavía otros libros por leer más prioritariamente. Voy a ir en orden, porque estos libros no son como una novela para leérselos todos así de golpe uno tras otro :-) Creo que cuando lo lea tendré para varios días de Meditación Estoica.
En cuanto el tema de Catón el Joven, digamos que aquí solo he citado los autores o maestros estoicos. estrictamente, aunque cite transversalmente a Catón el Viejo como referencia de ejemplo.
Si es cierto, que para Séneca, en cambio, su referencia estoica fue Catón el Joven. Catón el Joven tenía un rifirrafe con Julio Cesar que en cierta medida se le llegó a ir de las manos. Su muerte por suicidio, es a veces considerado un vicio más que una virtud, concrétamente por Epicteto. Séneca en cambio vio ese acto como un acto Virtuoso (por eso lo situaba como un sabio Estoico), pero no todos los Estoicos lo vieron tan claro como decía.
Por eso, aunque Catón el Joven, fue un practicante Estoico, no fue ni escritor ni maestro, y ya es una cuestión de que aquellos que lo vieron relevante lo mencionen en sus "meditaciones" por así decirlo. En mi caso, aunque me resulta una figura interesante para reflexionar, quizá en un futuro profundicemos sobre él, todavía debo dejarlo un poco de lado hasta más adelante como me pasa con el libro que antes comentábamos.
Gracias por tus comentarios. Me apunto leer más sobre este Catón.
También tengo otra lectura pendiente de Eugenio Corte, Ediciones Sígueme, sobre Catón el Viejo.
Aquí el enlace del resumen inicial:
http://www.sigueme.es/docs/libros/caton-el-viejo.pdf
ISBN: 9788430116782
Con el libro de Hadot tendras para bastantes dias de meditación, es muy denso. Interesante también su versión del Enquiridon con el nombre "Manual para la vida feliz", de Errata naturae.
De Catón el Viejo, Cicerón lo emplea como "actor" en su obra "Sobre la Vejez".
¿Has leido el "Séneca" de Pierre Grimal? Estoy también por comprarlo pero no tengo referencias.
Me apunto el de Séneca también, pero ese va en la parte baja de la lista! Lo bueno del Estoicismo es que la lectura no tiene fin.