Hoy voy a hacer otra breve parada en el camino, par hablar de una figura clave en dos filosofías de manera simultánea, el cinismo y el estoicismo: Antístenes, y supuesto fundador de la escuela Cínica. Y más considerando que muchos pensaron que realmente, solo fue precursor de las ideas cínicas, aunque no las profesara al 100% como lo haría más intensamente su «sucesor» Diogenes de Sinope.
En ciertos momentos veo la necesidad de echar un vistazo a algunas filosofías paralelas, por varios motivos; el principal es entender que fue lo que se le presentó delante de las narices de Zenón de Citio, para que llegado un punto tomara la determinación de ir por otro camino diferente al de sus enseñanzas originales. Y también para entender algunas de las similitudes y conocer que nivel de parecido existen entre diferentes filosofías helenísticas
Para un viviente racional, es una misma la acción que se conforma con la naturaleza, o la razón. Marco Aurelio, Meditaciones, Libro VII, 11
Otra oportunidad para leer, de la mano de Marco Aurelio, una referencia a la Virtud Estoica. Y justamente a raíz de esta frase, me inspira la meditación que haré mañana en relación a la «famosa» directriz del Estoicismo, que tanto se repite, «vivir de acorde a la Naturaleza». En cierto grado aquí Marco Aurelio lo resume de manera clara y concisa: Para un ser humano, cuya índole y diferencia con los seres vivos, es la racionalidad, lo más normal es que aquella acción de acorde a la naturaleza, sea lo mismo que la acción razonable, o como decía ayer, la acción adecuada estoica
Antístenes fue una figura singular; como señalé anteriormente, no fue el máximo representante del Cinismo, si bien introdujo gran parte del contenido y sobre todo las bases que harían que esta filosofía tuviera un cariz como filosofía independiente. En gran medida el «aprecio» de los eruditos hacia Antístenes está, en el hecho que fue discípulo directo de Sócrates y fue el primero en escribir los diálogos Socráticos antes que nadie; más contando que Sócrates no escribía nada, cobra sentido.
De Sócrates adquirió gran parte de los principios fundamentales, que el resto de los discípulos no siguió de manera tan casual. El ascetismo, la crítica social y política y la ironía moral. Con lo cual en gran medida, aparentemente, Antístenes, parece el sucesor más natural de Sócrates, al margen de que fuera Platón el que más lo ensalzara. Si nos fijamos en otras figuras como Platón que tomó una senda significativamente diferente, o peor aún Aristipo, donde todo parecido a Sócrates, fue pura coincidencia, el único referente claro en ideología que nos encontramos, fue Antístenes. Y esto puede saberse, dadas las duras críticas que recibió de Platón y Aristóteles, los cuales se estima, le guardaron un alto grado de recelo.
Además Antístenes fue muy relevante en el Estoicismo, porque se dice, que quizá fue el «más» estoico entre los cínicos. Y esto es principalmente por la filosofía que proponía no estaba tan «revolucionariamente» profesada, algo que quizá pueda dar lugar a confusión como veremos en días más adelante. Pero otros cínicos también destacaron entre los Estoicos. Nótese el hecho, del aprecio que tuvieron los Estoicos como Epicteto, tanto a la figura de Diogenes, como de Sócrates, y esto fue en gran medida, por el camino seguido en la senda de la Virtud estricta y congruente ;no tanto en el parecido de las filosofías como veremos más adelante.
Antístenes fue de los primeros junto a Sócrates que dejó claro, que el hecho de ser ciudadano Ateniense, no te habilitaba como «noble de alma», y de hecho encontró ejemplos en numerosos bárbaros, que en aquel entonces eran considerados claramente impuros y condenados a la esclavitud.
Si recordamos, según los cínicos la virtud se encontraba en la más absoluta libertad. Libertad dividida en tres preceptos: Eleutheria, Autarkeia y Parresia siendo libertad de espíritu, autosuficiencia y libertad de palabra. En este caso, Antístenes no insistió demasiado en esta última libertad, parresia muy al contrario de lo que haría más adelante su discípulo Diogenes, otro de los motivos por los que lo aleja del Cinismo «ortodoxo» significativamente.
Pero por otro lado, si profesaba con una serie de principios, que curiosamente se asemejan significativamente a los principios de una filosofía más tardía como es el caso del Epicureanismo, el cual no mantuvo ninguna relación con el Cinismo paradójicamente.
En este punto, muchos podrían decir que el cinismo no tiene nada que ver con el epicureanismo por una sencilla razón: Antístenes despreciaba el «Hedone» (placer) y contrariamente apreciaba el «Ponos» (esfuerzo). En este punto, Antístenes siempre hacía referencia al mismo símbolo de mitología griega para reflejar este pensamiento en un ideal; la historia de Hércules. Ese personaje que trabajo duró siempre (de ahí los 12 trabajos por citar un ejemplo) y se abstuvo constantemente de caer en las garras del placer incondicional (como el caso del rechazo de la Voluptuosidad y elección de la Virtud en la encrucijada que se le presentó en uno de sus relatos). En cierto grado, la Voluptuosidad representaba el Hedone y la Virtud el Ponos, y de ahí la excelente referencia para tenerlo como un ejemplo.
Pero en mi opinión, la cuestión es que en realidad el verdadero contra-ejemplo del Cinismo en aquel entonces, era el Hedonismo, no el Epicureanismo, y el segundo error, es comparar el Epicureanismo con el Hedonismo, los cuales no tienen absolutamente nada que ver (aunque la palabra placer aparezca entre sus doctrinas). Al igual que existe el mismo error en comparar el Cinismo o la Escuela Peripatética y con el Estoicismo. Y todos son errores que yo mismo he cometido en el pasado.
Para Antístenes, la verdadera libertad, como Virtud, se encontraba en la autarkeia. y es realmente alrededor de la cual, realizó todo su trabajo. Algo que aprendió como ejemplo en Sócrates, e intentó «pintar» a lo largo de sus enseñanzas. Para Antístenes, la Virtud se encuentra en la práctica bajo dos principios:
Dos componentes de la Virtud Cínica, que invitan a reflexionar; en cuanto de parecido hay con el Epicureanismo. Existe más parecido del que uno originalmente pudiera pensar, disuadido a tenerlo presente por ese confuso termino del «placer» que aparentemente los Epicúreos insisten tanto. Los Epicúreos al contrario de los Hedonistas, no buscan el placer en el cuerpo ni en lo material, sino por el contrario, el placer se encuentra en el hecho, en la mente, sin mucha divagación, eminentemente práctico y sobre todo, con un grado de ascetismo significativo.
La suma de «autarkeia» y doctrina práctica, es lo que hacen al cinismo con su Virtud, equivalente al Epicureanismo con su Placer. Y en este caso exclusivamente, placer (o más bien, ausencia de dolor) y virtud, son dos términos que vienen a significar lo mismo.
Una nota adicional: Una cosa que me llama la atención de las filosofías helenísticas, es que las palabras no cobran el significado que aparece en los diccionarios. Cada una hace una interpretación de dicha palabra. En el caso del Cinismo, el Estoicismo, y el Peripatetismo, la palabra «Arete» era la Virtud. Pero en ninguno de los tres casos, simbolizaba lo mismo. Lo mismo ocurriría con «Hedone«, no simbolizaba lo mismo en el Epicureanismo y en el Hedonismo. Pero como decía anteriormente, parece en cierto grado como el Epicureanismo y el Cinismo, pese a aparentemente ser las dos doctrinas más radicales, resultan ser el punto medio de una ecuación como muestro en el siguiente gráfico:
Tengo en mente, escribir más adelante sobre esto, pero en resumen, el cinismo se esfuerza en fortalecer el animo a traves de una Virtud austera, asceta, y sobre todo en la búsqueda de la libertad más absoluta. En el caso de Antístenes, se conformó con llevar un par de parámetros «libertarios» adelante, pero Diogenes, los llevó a su máxima expresión. En este sentido la Virtud Cínica era una ideología orientada a librarse de todo. En esto incluimos, las tentaciones, aquello que nos esclaviza, el apetito, la desenfrenada sexualidad, etc… Así como la violencia y la demagogia que vivimos en el momento presente, y vivieron también antaño.
Si pudiera definir la Virtud cínica (areté) hablaríamos de tres componentes:
En cambio como ya venimos viendo, el Estoicismo trata de otro asunto: La acción adecuada, es la acción acorde a la razón, independientemente de todo. Por ello, aunque la razón fuera un componente predominante, en la mayoría de las filosofías que nacen a raíz de Sócrates, en unas se dio como tema principal y en otras, como algo más «Utilitario», es decir, la razón para algo (para alcanzar la libertad, para alcanzar la ausencia de dolor, etc…) y no la razón como objetivo final.
Es importante tener presente esto, porque al final todo es una cuestión de términos, significados, y palabras. Y ver la palabra «Arete«/Virtud en dos libros de texto de filosofías diferentes, no puede invitar a pensar que ambas tenían algo en común por ese simple hecho
Muchos me han preguntado: ¿por qué no tiendes al cinismo con respecto al estoicismo si has observado tantas cosas positivas en esa doctrina?
En esa búsqueda de la libertad, los cínicos tuvieron que aplastar por encima de lo que llamábamos «indiferentes» estoicos. Por encima de tantos, que la doctrina, bajo mi punto de vista, pese a no ser conformista, no aboga por una de las partes esenciales en el ser humano; la capacidad de crear. En cierto grado, me parece que el cinismo, no es conformista a nivel «psicológico», puesto que apuesta por uno de los retos más difíciles de alcanzar, si cabe imposibles; pero si es conformista en cuanto a la creatividad y el desarrollo se refiere de la «evolución técnica».
Principalmente porque para el cinismo, la creatividad y el desarrollo forman parte de esos adornos innecesarios. O lo que ellos llaman los enkyklia mathemata; el menosprecio por los conocimientos teóricos o científicos.
Y como decía, bajo mi punto de la vista, esto va estrictamente de la mano con el ser humano. Los estoicos lo vieron de otra forma, por ejemplo, como diría Epicteto:
El quitar la facultad de elocución y decir que, en verdad, no hay tal, no sólo es de ingrato para con quienes se la dieron, sino también de cobarde. Pues me parece que alguien así teme que, si en efecto existe alguna facultad respecto a eso, no podamos despreciarla. Así son también los que dicen que no hay ninguna diferencia entre la belleza y la fealdad. Entonces, ¿sería lo mismo conmoverse al ver a Tersites que a Aquiles? ¿Lo mismo el ver a Helena que a cualquier mujer? Eso son tonterías y zafiedades, propias de quienes no conocen la naturaleza de cada cosa, sino que temen que, si se percata uno de la diferencia, haya de retirarse cautivado y vencido. Pero lo importante es admitir para cada cosa la propia facultad que tiene y, tras haberla admitido, ver el valor de la facultad y comprender qué es lo mejor de lo que existe y perseguirlo en todo y esforzarse por ello, considerando lo demás secundario con respecto a esto, pero también sin despreciarlo en la medida de lo posible. Y es que hay que ocuparse de los ojos, pero no como si fueran lo más importante, sino ocuparse de ellos por causa de lo más importante. Porque, de otro modo, aquello no será conforme a naturaleza, a menos que actúe con prudencia en estas cosas y prefiera las unas a las otras. – Epicteto,. Disertaciones con Arriano, Libro II.23.30-35
Es decir, el desechar algo que nos ha ofrecido el Universo, y de la naturaleza implícita de la inteligencia humana, despreciarlo por el mero hecho de no saber encajarlo con su utilidad en la vida, no es motivo de razonamiento lógico. Es como dice Epicteto, «una tontería y zafiedad».
Para el cínico el ideal del «Sabio Cínico» (equivalente en concepto al del Sabio Estoico), se encuentra en aquel que haya alcanzado la máxima autosuficiencia. El resto es un adorno innecesario. Máxima independencia de las variables que nos fuerza la «Diosa Fortuna», o lo que es lo mismo, el máximo grado de Resiliencia
El hecho que el tema principal no encuentre reflejo en el Estoicismo, ya es bastante significativo, pero aun así si que hay otra serie de temas, que además en gran medida motivarían a Zenón de Citio, a escribir su República cuando empezó su senda filosófica:
También es cierto que Antístenes fue algo peculiar, porque cobraba por sus clases de filosofía, una cantidad pactada previa, y alejaba a aquellos que no podían pagar con su bastón. Una actitud que no fue aprobada del todo por el resto de los cínicos, y mucho menos por Diogenes más adelante.
En definitiva, analizar la figura de Antístenes, permite en gran medida entender como fue proyectándose el Estoicismo y que cosas fueron requeridas modificar, para alcanzar una doctrina más plausible con ese concepto que como comentaba en la Cita Estoica del día, tengo en mente plantear mañana: «La forma estoica de vivir de acorde a la Naturaleza».
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