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Estoicismo – Meditaciones Estoicas 20 siglos después.

Meditaciones

Emociones y Pasiones según el Estoicismo [DIA 12]

Como venía comentando en el día de ayer, era necesario sacar este tema para empezar a entender como se concibe todo el tema de las emociones, las pasiones, los sentimientos y la forma de percibirlos según la doctrina filosófica del Estoicismo.

Este mensaje como muchos otros, pretende ser uno de una serie de muchos, dado que puede ser considerado uno de los temas más relevantes dentro de la filosofía Estoica, y que merece por mi parte ahondar al máximo. Para muchos también servirá para desmitificar ese «talante frío» que muchos perciben de las personas estoicas, y como se popularizo el termino «eres un estoico», cuando se ve a una persona no expresar sus emociones ante un evento desagradable, pese a que realmente el Estoicismo nunca tuvo que ver con esa actuación ante los hechos.

La cita Estoica del día

La única Fortuna que de la que dispondrás toda tu vida es la Fortuna que has dado.- Marco Aurelio

Esta cita para mi posiblemente tenga dos interpretaciones:

  1. Desde la perspectiva de la Moral Estoica, considerando que estamos aquí para servir y ser servidos (Eudaimonia), al ofrecer la Fortuna, de alguna forma estamos ensalzando esta moral a través de la generosidad y junto a la Eupatheia (que comento en profundidad más adelante en la meditación del día), el resultado, la Ataraxia, sera realmente lo único que de verdad dispondremos y aspiraremos toda nuestra vida
  2. Por otro lado, podría hacerse otra interpretación: La Fortuna es un preferido indiferente, por tanto despojarse de ella, tenerla y no tenerla es totalmente indiferente. Toda la máxima Fortuna que hayamos podido acumular durante toda una vida, sería equivalente a la mínima Fortuna alcanzada, ambas irrelevantes. Por tanto toda la Fortuna que hayamos amasado durante toda una vida, por mucha que sea, dada o retenida, puede ser considerada como solo una única Fortuna, no necesariamente medible, ya que es completamente irrelevante

Seguramente esta cita pueda dar lugar a mayores interpretaciones, como siempre, dejo comentarios abiertos para escuchar nuevos puntos de vista.

Experiencias del Día

Como comentaba ayer, había pasado un día completamente a merced de elementos externos, a merced de la emoción y todo a raíz de las iteraciones con terceros. A última hora de la tarde decidí volver a realizar una Meditación Estoica para repasar todos esos eventos e intentar re-enfocarlos con objeto de poder ejecutarlos en la mayor medida, en el transcurso del día de hoy.

Y efectivamente, como habiéndome retractado del «vicio» e intentando re-ensalzar la Virtud en mi; forzándome a ejecutar aquellas acciones que no quería pese al posible resultado poco agradable que este supusiera para mi. Esto me ha dado lugar a mayor reflexión y posible meditación en base además a una serie de textos que vengo leyendo acerca de la filosofia, de la Terapia Cognitivo Conductual, acerca del Estrés Voluntario y ciertos pasajes de Baruch Spinoza (posiblemente uno de los primeros «filosofos de la psicoterapia moderna») que me han servido para entender más claramente como operan los procesos de Estrés y Ansiedad y como de hecho su ejecución podría formar parte (tanto para personas afectadas por trastornos como para cualquier persona sin un trastorno en particular) de un estilo de vida positivo, beneficioso e incluso que refuerce y posibilite seguir viviendo de acorde a la Virtud aun en situaciones adversas.

Meditación del Día: Descomponiendo el sistema de Emociones del Estoicismo

En primer lugar para poder entender claramente a que se refieren los Estoicos antes las emociones debemos dividir el hecho en tres categorías:

En primer lugar están las emociones tal cual del termino griego Pathos, hace referencia a la pasión. Según los Estoicos (e incluso psicólogos contemporáneos de la psicología cognitiva que pudieron llegar a las mismas conclusiones más recientemente), la pasión viene de la impresión. Como comentamos el primer día, una impresión es algo que recibimos a través de los sentidos, ya sea vista, olfato, oído, tacto o gusto. Si metiéramos la mano en una caja y palpáramos algo parecido a una serpiente (palparlo sería la impresión), nos causaría la misma pasión/emoción que si viéramos dicha serpiente acercarse hacia nosotros (siendo la visualización la impresión): Por dos sentidos diferentes, recibimos dos impresiones equivalentes y en consecuencia una misma emoción/sensación/sentimiento o como venían a formularse los Estoicos el efecto del Phatos.

Pero en realidad esto no es así literalmente. Para los Estoicos, existía una «emoción» o reacción previa a las verdaderas emociones, a las que llamaban Propathos, o reacción instintiva. Por tanto llamémosle ese miedo inicial al sentir o ver la serpiente, no sería del mismo tipo de emociones que las que vienen después de esa primera impresión que serían «Pasiones Excesivas».

Porque para los Estoicos lo verdaderamente importante no era esa emoción previa, o reacción instintiva dada o que da lugar a la impresión, sino la interpretación de dicha interpretación y la posterior reacción.

La persona ignorante (que aunque suena un poco despectivo, se considera al contrario de la «persona sabia»), por defecto, ante una impresión tendrá una reacción no alineada con la Virtud, y por tanto, el resultado será de tipo pasional, emocional o Pathos, excesivo.

Con el tiempo la persona irá acercándose más a ese ideal Sabio, en el progreso a través de la Virtud, y ante determinadas impresiones, después del Propathos inicial será capaz de examinarlas, enjuiciarlas sabiamente (la virtud de la Sabiduría y de la Justicia), y con un alto grado de Magnificencia y Templanza será capaz de ejercer su Virtud del Coraje y enfrentarse la situación de manera serena. A esta serenidad, justamente esa a la que equívocamente se ha asociado a los Estoicos como «la carencia de emociones», por el contrario, es una emoción especial, o el último grado de pasión llamado Eu-Pathos (siendo «Eu», del griego bueno o lo que «esta bien»). Por tanto sería la «buena pasión», la «buena emoción» o la palabra clave del Estoicismo y la Filosofía Greco-Romana que ya hemos hablado con anterioridad: Haber alcanzado la Eupatheia o tranquilidad del animo que junto a la Eudaimonia (ejerciendo la Moral Estoica, de servir a la humanidad), se alcanzaría la famosa «Ataraxia«.

Por ello en resumen: La clave reside en la Examinación de la Impresión y de ahí surge una de las prácticas estoicas que comentaba en el Día 1

Para terminar esta breve introducción reflexiva acerca de las Emociones y Pasiones vistas desde la perspectiva del Estoicismo, me gustaría introducir otro componente: Los vicios. Según el Estoicismo, los vicios no son más, que la prolongación del Pathos, o de la continua reacción ante la impresión de la misma manera y sin Virtud alguna. El vicio se da en las personas ignorantes, es decir, aquellas que no cultiven la Virtud de la Sabiduría y dependan constantemente de la misma pasión.

Los vicios se dividen en 4 ramas principales: Dolor (lupé, λύπη), Placer (hedoné. Ἡδονή), Miedo (phobos, Φόϐος), Afecto (ephitumia, ἐπιθυμία)

  1. Dolor: Dentro de este apartado encontramos pasiones del tipo: Pena, Envidia, Celos, Rivalidad, Pesadez, Molestia, Angustia
  2. Placer: Encontramos: Embelesamiento, Alegría del mal ajeno, Deleite, Extasis
  3. Miedo: Terror, Ansiedad, Vergüenza, Espanto, Pánico, Agonía Mental
  4. Afecto: Necesidad, Odio, Amor, Disputa, Ira, Enfado, Irritación

De las impresiones que recibimos, se derivan en estos «Pathos» o «Patheia» y se definen al contrario de los Propathos (impulsos instintivos), como impulsos excesivos.

En este punto, seguramente muchos pensaran: Entonces el Amor, que todo lo mueve, que mueve montañas, que es el sentido de la vida, etc, etc, según los Estoicos, no forma parte del a «Eupatheia», ¡¡¡¿Eso como puede ser?!!!

Efectivamente, los Estoicos ejercitan el Afecto para evitarlo , a través de la Virtud o como llaman evitan «el afecto No-Racional». Entender que las emociones en exceso nos alejan de la Ataraxia es para otra Meditación en exclusiva. Las obras de Seneca (Diálogos, que en ingles llaman Cartas, porque técnicamente era correspondencia que dirigía Seneca a diferentes personas del momento), explican ámpliamente, por diferentes tipos de Pathos, el porque de que las pasiones excesivas, no suelen llevar a buen puerto.

Pero Crisipo, para dar un aire de solemnidad al Estoicismo y no mostrarlo como una filosofía fría y carente de emoción quiso determinar de cara al público, cuales eran los 3 estados emocionales, que realmente se consideraban buenos, como «Emociones de la Virtud».

Estos tres estados son:

  1. La alegría (charis): O la generosidad racional. Esto es Virtuoso al contrario del Placer que es Vicioso
  2. La cautela (eulabeia): La evitación racional, que viene de la Sabiduría del Coraje. Es la virtud en contra del placer del Miedo
  3. El Deseo Racional (boulesis): Que viene de la Sabiduría de la Templanza, y se refleja como la contrapartida del Afecto. Del Deseo Racional surgen los Preferidos Indiferentes. Nuestra propia vida es un preferido indiferente. Nuestra pareja, marido o esposa, es un preferido indiferente. Pero la persona en si, ojo, que es nuestra pareja, no es un preferido indiferente, es un ser humano. Y los seres humanos no se tratan como preferidos indiferentes, dado que están dentro de la Moral Estoica, otro apartado que comentare más adelante y tiene mucho que ver con esto que estuve introduciendo acerca de la Perspectiva Cosmica o el Circulo de Hieracles

Sin ir más lejos, quiero dejar aquí este tema de las emociones, y poder continuarlo más adelante, dado que es uno de los pilares clave de la filosofía estoica.

10 comentarios en «Emociones y Pasiones según el Estoicismo [DIA 12]»

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